-
El código de Hammurabi fue uno de los primeros conjuntos de leyes conservados que regulaba las conductas sociales y penalizaba el abandono y el infanticidio de los niños, se definían la higiene y la salud pública y se promovía la lactancia y los cuidados maternos del bebé.
-
A partir del s. XI se establecieron leyes que regulaban el trabajo de las amas de cría. Se contrataban por 3 años, periodo durante el cual permanecían en la casa criando al niño. Los niños empiezan a protegerse, aunque aún existían muchos casos de exposición, pero ahora a las puertas de las iglesias.
-
Las madres desarrollaban una relación muy estrecha con sus hijos, pues eran los padres quienes justificaban su papel en la comunidad familiar. Eso no significa que pecaran de "sobreprotectoras". En el caso de Esparta, las madres presionaban a sus hijos a que cumplieran sus deberes militares hasta la muerte.
-
En el siglo III a.C. las mujeres romanas eran muy independientes y se dedicaban a numerosas actividades fuera del hogar, por lo que el recurso de las cuidadoras de niños y nodrizas era muy común por lo que se establecen por ley las funciones y los requisitos que debía reunir una nodriza (cariñosa, sana, apacible, contar con mucha leche…).
-
En el s. II a. C. se promulga la primera ley de protección a la infancia, pero al mismo tiempo introducen una serie de leyes que muestran una conducta cruel con los menores. Se instituye la figura de la nodriza, cuyo papel era amamantar a los niños para disminuir la mortalidad infantil de los niños sanos, ya que los enfermos eran repudiados y abandonados a la exposición pública.
-
Desde la Antigüedad hasta siglo IV y en la mitología, los padres que no saben cómo proseguir con el cuidado de sus hijos los matan.
-
Durante los siglos IV y XIII los niños son internados en monasterios o conventos, se los entrega al ama de cría, se los confiere a otras familias para su adopción, se los envía a otras casas como criado o se les permite quedarse en el hogar pero cualquiera de estas circunstancias implica una situación de abandono afectivo.
-
Durante los siglos XIV y XVI, los padres tienen el deber de moldear al hijo y utilizan en algunas ocasiones manuales de instrucción infantil para educarlo. Se hace uso de todo tipo de castigos corporales y psicológicos.
-
Durante el Siglo XVIII los padres tienen más proximidad con su hijo sin embargo no juegan con él sino que dominan su voluntad. Siguen recurriendo a los castigos físicos y a la disciplina pero ya no de manera sistemática y se empieza a considerar al niño como un adulto en miniatura, incompleto.
-
Hacia finales del siglo XVIII se consideraba a la infancia como una fase imperfecta de la adultez la cual debía ser corregida por el adulto responsable. El cuidado de los niños pequeños recaía en la nodriza o el ama de cría es decir en personas ajenas a la familia ya que las madres de los pequeños o bien estaban demasiado ocupadas en las tareas del hogar o evadían la crianza de sus hijos.
-
En el siglo XIX y hasta mediados del XX, los padres guían al hijo, la meta es que se adapte y socializarlo. En el período de la revolución industrial el niño es estimado mano de obra barata, un bien al que se lo explota.
-
Con la ratificación de los Derechos del Niño, los más pequeños de la casa pasaron a ser sujetos de derecho y, definitivamente, comenzó un gran cambio en la crianza.
-
A mediados del siglo XX el modelo implica la empatía con el hijo quien es el que sabe mejor que el padre cuáles son sus necesidades. No hay castigos para educar ni físicos ni psicológicos, hay dialogo frecuente, responsividad, se juega con el niño y se lo comprende.
-
Hombres y mujeres se preocupan por su hoja de vida y el crecimiento tanto personal como profesional, llegando incluso a anteponer la vida profesional a cualquier cosa: entre otras, al hecho de tener pareja y, sobre todo, al hecho de tener hijos y cuidarlos, ya que se percibe como una dificultad para la promoción personal y profesional, por lo que estos compromisos se retrasan o minimizan.
(Beck y BeckGernsheim, 2001) -
Caracterizada por la capacidad de los hijos para discutir con los padres cualquier asunto y en la nueva forma de entender las relaciones en tres criterios educativos que son: 1. hay que ser “amigos” de los hijos, 2. a los hijos no se les deben imponer las cosas, hay que negociarlas, y 3. la mejor educación es la educación "democrática”. (Alegret, Comellas, Font y Funes, 2005; Cowan, Powell y Cowan, 1998; López, 1995)