Infancia

Concepción de la infancia

  • 300

    Infanticidio - SIGLO IV

    Infanticidio - SIGLO IV
    En algunas culturas no se considera a los niños como humanos hasta que se realizan ciertas ceremonias, tales como darles un nombre o cortarles el pelo. El infanticidio raramente tiene lugar después de que tales ceremonias se hayan realizado y, por tanto, para esa cultura dar muerte a un niño antes de ellas no se considera un homicidio.
  • 300

    Abandono - SIGLO XIV y XVII

    Abandono - SIGLO XIV y XVII
    Una vez que los padres empezaron a aceptar al hijo como poseedor de un alma, la única manera de hurtarse a los peligros de sus propias proyecciones era el abandono, entregándolo al ama de cría, internándolo en el monasterio o en el convento, cediéndolo a otras familias de adopción, enviándolo a casa de otros nobles como criado o como rehén o manteniéndolo en el hogar en una situación de grave abandono afectivo.
  • 470

    Primer sentimiento - Edad Media

    Primer sentimiento - Edad Media
    las clases
    populares, los niños vivían mezclados con los
    adultos, desde que se les consideraba capaces de
    desenvolverse sin ayuda de las madres o nodrizas,
    pocos años después de un tardío destete,
    aproximadamente a partir de los siete años. Desde
    ese momento, los niños entraban de golpe en la
    gran comunidad de los hombres y compartían con
    sus amigos, jóvenes o viejos, los trabajos y los
    juegos cotidianos.
  • Jan 1, 1300

    Ambivalencia - SIGLO XIV y XVII

    Ambivalencia - SIGLO XIV y XVII
    Como el niño, cuando se le permitía entrar en la vida afectiva de los padres, seguía siendo un recipiente de proyecciones peligrosas, la tarea de éstos era moldearlo. De Dominici a Locke no hubo imagen más popular que la del moldeamiento físico del niño, al que se consideraba como cera blanda, yeso o arcilla a la que había que dar forma. Este tipo de relación se caracteriza por una enorme ambivalencia.
  • Jan 1, 1560

    Segundo sentimiento - Era moderna

    Segundo sentimiento - Era moderna
    El gran acontecimiento fue la
    reaparición del interés por la educación, interés que
    inspiraba a algunos eclesiásticos, legistas,
    investigadores, escasos aún en el siglo XV, pero
    cada vez más numerosos e influyentes en los
    siglos XVI y XVII, cuando se mezclaron con los
    partidarios de la reforma religiosa. Eran
    principalmente moralistas antes que humanistas:
    estos últimos pertenecían apegados a la formación
    del hombre y casi no se preocupaban de la formación reservada
    a los niños.
  • Intrusión - SIGLO XVIII

     Intrusión - SIGLO XVIII
    El niño ya no estaba tan lleno de proyecciones peligrosas y, en lugar de limitarse a examinar sus entrañas con un enema, los padres se aproximaban más a él y trataban de dominar su mente a fin de controlar su interior, sus rabietas, sus necesidades, su masturbación, su voluntad misma. El niño criado por tales padres era amamantado por la madre, no llevaba fajas, su educación higiénica comenzaba muy pronto, se rezaba con él pero no se jugaba con él y era castigado por masturbarse
  • Socialización SIGLO XIX- mediados del XX

    Socialización SIGLO XIX- mediados del XX
    a crianza de un hijo no consistió tanto en dominar su voluntad como en formarle, guiarle por el buen camino, enseñarle a adaptarse, socializarle. El método de la socialización sigue siendo para muchas personas el único modelo en función del cual puede desarrollarse el debate sobre la crianza de los niños y de él derivan todos los modelos psicológicos del siglo XX, desde la “canalización de los impulsos” de Freud hasta la teoría del comportamiento de Skinner.
  • Ayuda -mediados SIGLO XX

    Ayuda -mediados SIGLO XX
    El método de ayuda se basa en la idea de que el niño sabe mejor que el padre lo que necesita en cada etapa de su vida e implica la plena participación de ambos padres en el desarrollo de la vida del niño, esforzándose por empatizar con él y satisfacer sus necesidades peculiares y crecientes. No supone intento alguno de corregir o formar “hábitos”. El niño no recibe golpes ni represiones y sí disculpas cuando se le da un grito motivado por la fatiga o el nerviosismo.
  • Convención sobre los derechos de los niños

    Convención sobre los derechos de los niños
    los niños tienen los mismos derechos que los adultos, y se subrayan aquellos derechos que se desprenden de su especial condición de seres humanos que, por no haber alcanzado el pleno desarrollo físico y mental, requieren de protección especial.