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El empresario será el principal beneficiario de las obra pública realizada en el barrio de Gamonal.
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Los vecinos entregaron 3715 firmas en contra del proyecto de construcción del bulevar en la calle Vitoria.
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Iniciación de la crispación
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Las protestas se extendieron a reuniones y asambleas de las mismas asociaciones de vecinos. De aquí surgió la primera manifestación en contra con más de 3000 personas implicadas.
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Comienzo de las obras para la construcción del bulevar. Y con ello. las movilizaciones de los vecinos en contra de esta.
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Se considera "zona cero" la calle Vitoria, procediendo a su corte para comenzar con la construcción. Comienzan las protestas y las manifestaciones.
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Al finalizar la jornada, se producen cargas policiales y 17 detenciones en total.
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Conlleva el deterioro del mobiliario público y finaliza con 23 detenidos y 20 heridos por las fuerzas policiales.
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Con el objetivo de impedir el paso de las máquinas. En esta asentada se pide la dimisión inmediata de Javier Lacalle, alcalde de Burgos. El presidente del partido Castellano se unió a la revuelta.
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Aquí se da comienzo a cuatro noches consecutivas de disturbios. Y, el PSOE se une a la petición de dimisión de Lacalle.
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Se inicia igualmente el diálogo para llegar al consenso, aunque la movilización social no se detiene.
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Ante la desconfianza de los vecinos sobre la interrupción de las obras, continúan con una concentración.
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Pero siguen acudiendo a concentraciones y manifestaciones diurnas. Además las trasladan al centro de la ciudad.
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La decisión del pleno concluye en la parada definitiva de las obras, ratificada por Lacalle en la tarde de ese mismo día.
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Otras localidades muestran su apoyo a la causa del barrio de Gamonal, en ciudades tales como Donostia, Bilbo, Oviedo...
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Ante el apoyo de la geografía española a los vecinos burgaleses, la Policía trata de frenar la movilización nacional, descatalogando los actos de Gamonal como algo "revolucionario" e histórico.
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Jorge Fernández Díaz, el por entonces, el Ministro del Interior, deslegitimiza la causa, acusando a los vecinos de usar como coartada la cuestión para causar disturbios.
Asimismo, la número dos del Partido Popular ratifica la anterior crítica e igualmente, cuestiona los motivos reales de las manifestaciones.