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Surge el interés científico por el crimen; los policías comienzan a usar métodos sistemáticos para recolectar evidencias
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Se comienzan a utilizar huellas digitales para identificar personas en investigaciones criminales.
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A comienzos del siglo XX se crean laboratorios para analizar pruebas químicas y biológicas.
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Se descubren los principios del ADN, lo que permitirá identificar personas con precisión décadas después.
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En Inglaterra se resuelve un crimen usando pruebas de ADN por primera vez.
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Los gobiernos crean bancos nacionales de ADN para vincular sospechosos con evidencias.
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Se incorporan cámaras de seguridad, rastreo digital y análisis de datos masivos.
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Actualmente se combinan inteligencia artificial, biotecnología y análisis genético en investigaciones.