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Cambió la evaluación por contenidos por una evaluación por objetivos específicos
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Reglamentó las calificaciones del nivel primario. Se adoptó la siguiente escala numérica: Uno (1): Muy mala, Dos (2): Mal, Tres (3): Regular, Cuatro (4): Bien, Cinco (5): Muy bien.
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Reglamentó el nivel secundario y media vocacional. El año se dividió en cuatro períodos y se realizaban dos evaluaciones intermedias y una final.
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La promoción sería flexible y debería orientarse a prestar atención especial a la edad, al ambiente social y cultural para que los niños puedan avanzar a su propio ritmo de aprendizaje y reducir las tasas de deserción y repitencia frecuentes en estos niveles. Entonces, a partir de cuarto hasta once grados, los resultados de evaluación se expresarán numéricamente en escala de 1 a 10.
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Se estableció la Renovación Curricular y se reglamentó la Promoción Automática
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Se introducen términos en la evaluación como: integral, cualitativa y continua.
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Se reglamenta parcialmente la ley 115 de 94 en los aspectos pedagógicos y organizativos. Capítulo VI: desarrolla lo relativo a la evaluación y promoción.
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Dicha propuesta se basa en el alcance de logros, lo cual resulta contradictorio en términos de cualificación, ya que de todas maneras los logros debían ser cuantificados para determinar niveles clasificatorios de los estudiantes.
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Se dictan normas en materia de currículo, evaluación y promoción de los estudiantes y se reglamenta la evaluación institucional
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Da autonomía a cada institución, para que sea ella misma la responsable de determinar la manera de evaluar y todo lo que ello implica, teniendo en cuenta su población, su entorno, su modelo pedagógico, su filosofía, los ritmos de aprendizaje, etc. con el fin de modelar una evaluación incluyente, respetuosa de las diferencias, holística, y específica,