1 numeros enteros

Historia de los Números

  • 3200 BCE

    Sistema de Numeración Egipcio

    Sistema de Numeración Egipcio
    Los egipcios utilizan un sistema de base diez representado por medio de jeroglíficos, De estos símbolos se utilizaban tantos como fuera necesario, no se regían por un orden, podían escribirse hacia la derecha, izquierda, arriba, abajo, dependiendo de la situación (Torres, 2007, p4).
  • 1800 BCE

    Sistema de Numeración Babilónico

    Sistema de Numeración Babilónico
    Se llevó a cabo en Mesopotamia, al sistema babilónico se le acredita el ser el primer sistema numérico posicional, ya que, obligaba a usar símbolos únicos para representar cada potencia de una base. Aun teniendo un sistema decimal interno, se prefirió tomar el 60 como la segunda mitad más pequeña en lugar de 100 como en la actualidad, el sistema es considerado mixto de base 10 y 60 (Ruiz, 2016, p5).
  • 1500 BCE

    Sistema de Numeración Chino

    Sistema de Numeración Chino
    Es un sistema decimal estricto que usa las unidades y los distintas potencias de 10. Utiliza los ideogramas de la figura, usa la combinación de los números hasta el diez con la decena, centena, millar y decena de millar para según el principio multiplicativo representar 50, 700 ó 3000. El orden de escritura se hace fundamental, ya que, 5 10 7, igual podría representar 57 que 75 (Valdez, 2008, p17).
  • 600 BCE

    Sistema de Numeración Griego

    Sistema de Numeración Griego
    Era un sistema de base decimal que utilizaba letras del alfabeto griego (como muestra la figura), se utilizaba tantas de ellas como fuera necesario según el principio de las numeraciones aditivas. Para representar la unidad y los números hasta el 4 se usaban trazos verticales. Para el 5, 10 y 100 las letras correspondientes a la inicial de la palabra cinco (pente), diez (deka) y mil (khiloi). Por este motivo se llama a este sistema acrofónico (Valdez, 2008, p13).
  • 29 BCE

    Sistema de Numeración Romano

    Sistema de Numeración Romano
    Durante todo el Imperio Romano se utilizó este sistema numérico y todavía podemos ver en las fachadas de algunos edificios antiguos. Este sistema de numeración proviene del etrusco, ya que se han encontrado tallas antiguas que demuestran que los romanos cogieron los símbolos que utilizaban los etruscos para representar cantidades, y las adaptaron a su alfabeto. Los números romanos están formados por: I = 1 V = 5 X = 10 L = 50 C = 100 D = 500 M = 1.000 (Ruiz, 2016, p11).
  • 300

    Sistema de Numeración Maya

    Sistema de Numeración Maya
    Los números mayas están relacionados con los días, meses y años, a diferencia de muchas otras civilizaciones, los mayas inventaron un sistema de numeración como una forma de medir el tiempo y no para hacer cálculos matemáticos. Fueron los primeros pueblos en el mundo en descubrir y utilizar el número cero. Además, los mayas fueron la primera civilización que desarrolló un sistema posicional, esto es, un sistema matemático en el que el valor de una cifra varía según su posición (Ruiz, 2016, p14).
  • 628

    Números Negativos

    Números Negativos
    El origen a los números negativos se remonta al año 628, cuando Brahmagupta (568-670) un matemático y astrónomo indio, consideró los números negativos y el cero por primera vez en su obra Brahmasphutasiddhanta, a los que él llamaba las deudas y la nada. Sin embargo, no fue sino hasta el Renacimiento cuando se usó plenamente la noción de número negativo, como una cantidad inferior al cero (Gallardo, 2010, p257).
  • 976

    Sistema de Numeración Arábigo

    Sistema de Numeración Arábigo
    Se considera uno de los avances más significativos de las matemáticas. La mayoría de los historiadores coinciden en que tuvo su origen en la India. Las primeras menciones de estos numerales en la literatura occidental se encuentran en el Codex Vigilanus. Sin embargo, no fue sino hasta la invención de la imprenta por Gutenberg en 1450 cuando este sistema de numeración empezó a emplearse de forma generalizada en Europa; para el siglo XV se utilizaba ampliamente. (Martínez, 2016, p32)