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Transformación del concepto salud-enfermedad

  • CONCEPTO UNIVERSAL (OMS)
    1948 BCE

    CONCEPTO UNIVERSAL (OMS)

    “Un estado de completo bienestar físico,
    mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad o dolencia.”
    En el mismo documento se estableció que la salud es un derecho inalienable de todo individuo, independientemente de su raza, religión, ideología y condición sociocultural.
  • ALCMEÓN DE CROTONA
    600 BCE

    ALCMEÓN DE CROTONA

    Estaba convencido también que la salud del cuerpo y del espíritu dependía de la isonomía, entendida esta palabra como equilibrio, equidad, armonía o, en cierto sentido, la expresión de las fuerzas húmedo-seca, frío-caliente, amargo-dulce.
    La preeminencia de una sola fuerza sobre la otra es causa de enfermedad. El tratamiento de las enfermedades debe proveer la acción de la fuerza contraria a aquella cuyo exceso, o deficiencia, produce la enfermedad: frío contra calor, sequedad contra humedad...
  • ARISTOTELES (384-322 a.C)
    1 BCE

    ARISTOTELES (384-322 a.C)

    “De la salud no resultan efectos contrarios, sino solamente saludables”. Considera que una de las reglas normativas de la ética es la del “justo medio”; su aplicación permite adivinar los límites intangibles que separan conceptos abstractos
    como la salud y la enfermedad.
  • EMPÉDOCLES (siglo VI)
    1 BCE

    EMPÉDOCLES (siglo VI)

    Desarrolló el concepto sobre la enfermedad como una manifestación de un desequilibrio en la armonía de los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra.
    Es así como se infiere que la salud, pareciera alejarse de ese velo mágico, aproximándose con más firmeza hacia la observación y la experiencia, base del paradigma empírico.
  • PITÁGORAS
    582

    PITÁGORAS

    La armonía del todo y de sus partes es lo que genera en el hombre vida y salud; la desarmonía lleva a la enfermedad y a la muerte. Tenía el convencimiento que la salud se encuentra en la medida, por lo que el precepto de mesura en todos los actos de la vida era una condición indispensable para conservar la armonía corporal, o para rescatarla si ésta se llegara a perder.