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Se anuncian los lineamientos, siendo así el preámbulo legal para la política de ciencia federal, estableciendo la visión estratégica del gobierno para fortalecer la ciencia, la tecnología y la innovación como ejes del desarrollo nacional.
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Se establece un presupuesto específico y etiquetado para ciencia y tecnología, lo que garantiza continuidad en el financiamiento.
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Se crea un espacio institucional para el diálogo entre academia, gobierno y sector privado en temas de ciencia y tecnología.
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El Consejo General del CONACYT incluye a diversos sectores para asegurar una política científica incluyente y representativa.
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Ambiciosa meta de aumentar progresivamente la inversión en investigación y desarrollo, con participación pública y privada.
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Impulso a la ciencia local a través de fondos compartidos entre federación y estados, fortaleciendo capacidades regionales.
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Se otorga autonomía técnica y operativa al CONACYT y se definen las bases para el sistema de ciencia y tecnología en México.
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Se promueve la formación de recursos humanos de alto nivel y se refuerzan los centros de investigación públicos.
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Esta transformación amplía su mandato al incluir explícitamente las humanidades junto a las ciencias y tecnologías, buscando una perspectiva más integral.
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Este cambio supone un reconocimiento institucional mayor, permitiendo coordinar políticas con otras dependencias de gabinete y otorgando mayor peso estratégico a la ciencia en la administración federal.