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Tres características fundamentales para entender el franquismo: 1) no se entiende sin la Guerra
Civil y sin el contexto socio-político de la Europa del momento, 2) es un régimen que evoluciona
con el tiempo para poder mantenerse en el poder, y 3) la personalidad del dictador es tan fuerte
que su propio apellido es el que denomina al régimen. Generalmente se habla del franquismo como un conjunto, pero hay que hacer una diferenciación
en tres partes: -
“Dictador” es un término griego que hace
referencia a una persona que asumía el poder de forma extraordinaria para poder afrontar un
periodo crítico; cuando esta situación se solucionaba, el dictador se apartaba del poder y volvía la
normalidad. Teniendo en cuenta que para que un dictador se instale en el poder debe haber una
situación de emergencia y que la dictadura debe ser una situación transitoria no es de extrañar que al primer año del franquismo se le denomine dictadura -
El levantamiento se produjo el 17 de julio en Canarias y África, de ahí triunfa por el resto de las
Canarias, Baleares y algunas partes de la península. Todas las colonias pasaron a estar a manos
de los sublevados, también la zona oeste y centro de la península (Castilla y León, Galicia,
provincia de Cáceres y un reducido núcleo en la provincia de Sevilla). Fracasa en Madrid,
Cataluña, Levante, región de Murcia y cornisa cantábrica; zonas bajo poder republicano. -
La fase del totalitarismo se inicia en abril del 37 a partir de la institucionalización del Estado; para
ello Franco diseña un modelo político al estilo del fascismo italiano de Mussolini. El totalitarismo
era modelo político que más atraía a Franco y al sector social que le seguía; además, seguía la
estela de los demás países europeos (Italia y Alemania, sobre todo). Es curioso porque Franco
comienza a institucionalizar el régimen antes de acabar la guerra, al menos en apariencia. -
La fase del autoritarismo finaliza cuando Franco acapara todos los poderes en su persona tras el
decreto de unificación. Hasta entonces Franco solo poseía poder militar, ahora unifica en una sola
organización política todas las fuerzas civiles que apoyan a Franco y a los militares sublevados,
y rechazan a la República. Ello deriva en el nacimiento del único partido político permitido: La Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de
Ofensiva Nacional Sindical (FET y de las JONS).