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La vida merece ser vivida, nosotros mismos le damos sentido a nuestra vida, darle sentido también pende de la unidad, ya que somos seres de encuentro. La vida no puede no tener sentido, puede o tener solo uno o varios sentidos. -
La evidencia de la muerte nos humaniza, todos en algún momento debemos morir y la conciencia de eso también nos vuelve maduros, pues de niños nos creemos inmortales. Si la muerte no existiera, habría mucho por ver y mucho por hacer pero nada en que pensar y eso entra en los riesgos de la inmortalidad. -
Hay una cosa que sé con certeza, existo. Aunque acierte o me equivoque, lo único seguro es que existo. Yo soy, yo existo. Yo soy yo y lo que me rodea, es mi universo. El "Yo" tiene distintas dimensiones,; "Yo material", "Yo corporal", "Yo espiritual" y "Yo social". -
Por medio de la razón, el ser humano se ha permitido crear y satisfacer sus necesidades básicas, la imaginación puede usarse para el bien o para el mal. El hecho de que tengamos razón, nos hace una especie privilegiada. -
"La familia la lleva uno en la espalda toda la vida, tenga la edad que tenga y esté a la distancia que esté". La familia es la base de todo y el lugar donde se nutren los afectos y una maravillosa escuela de vida. -
El ser humano solo habita en el mundo, "habitar", no significa pertenecer a las especies o seres del mundo o ser poseedor del mismo. "Habitar", es solo "Actuar" en el mundo. -
El hombre es constantemente limitado, el reto del ser humano es ver si los limites o el dolor tienen la ultima palabra o si se antepone ante los mismos. -
Solo somos administradores y no dueños, es nuestra responsabilidad cuidar lo que se nos ha prestado para que nuestra estadía en la tierra sea agradable. La naturaleza se nos ha sido otorgada para que nos sirvamos de ella pero también para que la cuidemos. -
Todos los seres humanos aspiramos a la felicidad, por el simple hecho de vivir. Nosotros mismos le damos sentido a nuestras vidas, haciendo lo que nos gusta, compartiendo con quien nos gusta estar, trabajando en o que nos apasiona, etc. Solo el fatalista piensa que no es dueño de su propio destino y que no puede alcanzar la felicidad.