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Las creencias y prácticas para evitar enfermarse -amuletos, talismanes, hechizos, etc.-, han existido desde los tiempos más
primitivos, y persisten aún en muchas culturas.
Muchas de estas recomendaciones se transformaron en normas religiosas hebreas, que permiten hoy reconocer a los judíos como precursores de la protección de la salud de la población. -
Esculapio (Asklepios) que debió ser humano hacia 1250 a. c., era el dios de la salud. Tuvo dos hijas, Panacea conocida como la diosa de la curación e Hygea, de la ''salud", quién dio origen a la palabra "Higiene". En los tiempos de los griegos la higiene tenía una connotación más amplia, a Hygea se le reconocía como diosa del arte de estar sano, entendido éste, como la moderación en el vivir. Panacea por el contrario, era la diosa de las medicinas y de los procedimientos terapéuticos.
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La gran contribución del imperio romano es sin duda, el sistema sanitario y las conducciones de agua, no igualados en la historia de la salud pública. Desde el siglo III se empezó la construcción de los famosos acueductos que incorporaron caudal de agua de fuentes lejanas diferentes al Tiber, única fuente que tenía Roma. Las casas romanas fueron construidas con cañerías y desagües y magníficos baños públicos con cuartos para vestirse, roperos, agua caliente
y fría, y piscinas de natación. -
Durante el cristianismo se reaccionó contra el cuidado del cuerpo, y se exaltó al espíritu como principal elemento de la salud; "la higiene pagana no puede preservar la salud" y no son necesarias dietas ni ejercicios, sino bautismos.