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Dimisión de Primo de Rivera
En enero de 1930, Primo de Rivera, consciente de la
pérdida de apoyos y en un contexto de crisis económica internacional, presentó su dimisión a Alfonso XIII. -
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La "Dictablanda" de Berenguer
Alfonso XIII encomendó al general Dámaso Berenguer la configuración de un nuevo gobierno que restableciese la normalidad constitucional, esto es, volver al régimen de la Restauración. Pero durante este periodo, conocido como dictablanda, la oposición a la monarquía no dejó de crecer al tiempo que la causa republicana ganaba apoyos. -
El Pacto de San Sebastián (Dictablanda de Berenguer)
Los distintos partidos republicanos firmaron en agosto de
1930 el Pacto de San Sebastián, por el cual se comprometían a traer la República a España. -
La posición de los intelectuales (Dictablanda de Berenguer)
Por otro lado, fue importante en el apoyo a la causa republicana la campaña en la prensa en contra del rey de muchos intelectuales españoles como Fernando de los Ríos, Marañón u Ortega y Gasset. Este último llegó a firmar un artículo titulado "El error Berenguer", publicado en El Sol en noviembre de 1930 y que proclamaba el fin de la monarquía -
Los sucesos de Jaca (Dictablanda de Berenguer)
También fue determinante el respaldo de algunos sectores del ejército a la causa republicana, que se puso de manifiesto en las sublevaciones de Jaca y Cuatro Vientos. Especialmente importante fue la sublevación de Jaca del 12 de diciembre de 1930 -
Gobierno del almirante Aznar
Berenguer comprendió rápidamente la magnitud del
fenómeno contra el que no servía de nada las actuaciones represivas y presentó su dimisión en febrero de 1931, encargando el rey la tarea de formar gobierno al almirante Aznar. -
Elecciones del 12 de abril
Como parte de la estrategia para volver al sistema
parlamentario y constitucional, este convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. Su objetivo era organizar un escalonado proceso electoral a fin de recuperar el tiempo perdido con la dictadura, que culminase en unas Cortes Constituyentes, para la redacción de una nueva constitución que sustituyese a la canovista de 1876, y que a la vez permitiera otorgar el necesitado consenso al régimen monárquico. -
La proclamación de la II República
Los resultados electorales sorprendieron a todo el mundo, incluso a los líderes republicanos. El propio Rey, a la vista de lo sucedido en las elecciones y constatando la falta de apoyos sociales e institucionales, partió al exilio dejando un vacío de poder que solo la República y la democracia de masas podían cubrir. El 14 de abril de 1931 era proclamada la Segunda República Española y el Comité Revolucionario, presidido por Niceto Alcalá Zamora se convirtió en un Gobierno Provisional.