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El croissant tiene sus raíces en Viena, Austria, donde se conocía como "kipferl". Durante el asedio de Viena por el Imperio Otomano en 1683, los panaderos locales oyeron a los soldados turcos cavando túneles y alertaron a la ciudad. Para celebrar la victoria, crearon un pan en forma de media luna, que simbolizaba la bandera otomana. -
La receta del kipferl llegó a Francia gracias a los austriacos que se establecieron en la corte de Luis XVI. Los franceses adoptaron y adaptaron la receta. -
Los panaderos franceses perfeccionaron la receta añadiendo más mantequilla, lo que resultó en una textura más crujiente y aireada. El croissant se volvió muy popular en Francia y comenzó a expandirse por el mundo. -
La palabra "croissant" aparece por primera vez en el diccionario francés Littré -
Se publicó la primera receta de croissant en Francia -
El croissant se incluye en la primera edición del Larousse Gastronomique, un diccionario de cocina francés -
A finales de la década de 1970, se desarrolló la masa congelada para croissants, lo que simplificó el proceso de preparación y permitió que más panaderías y supermercados los ofrecieran fácilmente -
Los pasteleros han experimentado con formas y rellenos inusuales, como el cronut (una mezcla entre croissant y donut), croissants rellenos de tiramisú, pastel de frambuesa. -
Algunos panaderos han desarrollado versiones más saludables del croissant, utilizando ingredientes como harinas integrales y reduciendo la cantidad de azúcar y grasa. También se han visto croissants con ingredientes locales y fusiones con otros productos tradicionales.