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a las 2 am en el hospital de Mérida después de tantas horas dando la tabarra, aunque fue todo deprisa y corriendo y nací antes de mi fecha (y qué bonita nací yo)
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Es la etapa en la que fui aprendiendo las primeras cosas poco a poco, y ya que mis padres en ningún momento de esta etapa me descuidaron ni me rechazaron, fui aprendiendo a confiar en ellos.
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Cuando tenía más o menos un año, estaba en el porche de mi casa con el taca-taca y mi madre estaba fregando las escaleras y continuó barriendo la acera. Le dijo a mi hermano que tan sólo tenía 2 años que cuidara de mí. Pasó una vecina y mi hermano se asomó a verla, y de repente, yo dando marcha atrás rodé las escaleras abajo. Estuve ingresada en el hospital hasta el día siguiente. Yo, siendo, bebé, puse toda la confianza en mi madre y me falló. Esto hizo que en ese momento me sintiera inseguro.
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En esta breve etapa aprendí a hacer elecciones por mí misma e ir teniendo un poco de control sobre mi propia vida pero a la vez cumpliendo ciertas órdenes que mi familia me imponía para ir aprendiendo a formarme como niña.
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Una mañana en el colegio, durante el recreo, se me pasó por la cabeza escaparme a casa, y no se me ocurrió otra cosa que decírselo a mi hermano y salimos los dos corriendo. Éramos tan enanos que no llegábamos al timbre y al llamar a la puerta y vernos mi madre allí, conforme nos vio, nos soltó una ostia a los dos. Sentimos vergüenza y culpa al ver a nuestra madre tan enfadada.
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En mi caso, soy muy sociable y no he tenido nunca problemas con mi timidez (¡soy la alegría de la huerta!) y era la jefa de la clase, por lo que mi confianza se reafirmó. Tenía mis ideas y mis gustos muy claros, y no dejaba que nadie me contradijera.
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Es una etapa importante en la que se empieza a adquirir la capacidad de tomar decisiones por cuenta propia y ver qué se necesita para poder conseguirlas, asumiendo las consecuencias, enfrentándose así a las decepciones y normas, y a controlar el sentimiento de culpa que puede llegar a sentir por ponerse metas imposibles.
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Yo quería ser astronauta o princesa pero me fui dando cuenta de que eran metas imposibles y eso me llevó a enfrentarme al sentimiento de fracaso o incluso de culpa porque mis metas eran demasiado altas como para que se realizasen.
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Es la etapa en la que empezamos la etapa escolar y aprendemos habilidades y competencias importantes pero también es una etapa complicada porque nos tenemos que enfrentar a la comparación con los demás niños y eso nos puede generar un sentimiento de inferioridad, Pero si eso no nos afecta y conseguimos beneficiarnos de lo que nos aporta este dilema, conseguiremos dominar esas competencias y habilidades sociales y culturales.
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En el colegio, haciendo tareas que nos mandaba la profesora descubrí que había cosas que no se me daban tan bien como al resto de mis compañeros y eso hizo que quisiera esforzarme mucho más y tratar de llegar al nivel de mis compañeros, para no sentirme inferior.
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Es la etapa que corresponde con la adolescencia, etapa de cambios físicos y percepciones. Es cuando nos creamos una imagen realistas de nosotros mismos con respecto a las relacciones que tenemos con los demás, sobre el aspecto académico, en qué somos mejores, y sobre el aspecto ideológico, es decir, en qué creemos y por qué. Toda esta presión puede llevarnos a una confusión que nos arroje a tomar decisiones precipitadas, a no comprometerse con nadie o no tener un plan de futuro.
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Aparte de los cambios físicos, tengo una percepción bastante positiva de mis relaciones sociales. Creo que soy sociable, simpática, cariñosa y sobre todo risueña :) Creo que soy más competente en aprendizaje memorial y mis ideales se crentran más en la bondan y la humildad de las personas.