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El 14 de julio de 1970, Arana Osorio asumió la presidencia. Su gobierno se caracterizó por una fuerte militarización y represión contra grupos guerrilleros y opositores políticos. Se aplicaron medidas estrictas de seguridad que afectaron especialmente a campesinos e indígenas sospechosos de apoyar la insurgencia.
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Durante este año continuaron los enfrentamientos y se incrementó la represión. El Ejército implementó operativos contra comunidades rurales y organizaciones políticas, intensificando la violencia interna y provocando desplazamientos y persecuciones.
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El 1 de julio de 1974, Kjell Laugerud asumió la presidencia. Promovió proyectos agrícolas y de infraestructura, pero mantuvo la represión política. Durante su mandato se fortalecieron los controles militares y se buscó mantener estabilidad política ante la creciente insurgencia.
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El 4 de febrero de 1976, un terremoto de gran magnitud devastó el país, dejando miles de muertos y destrucción en viviendas, escuelas e infraestructura. La tragedia obligó a iniciar un proceso de reconstrucción, aunque algunas comunidades recibieron menos apoyo del gobierno.
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El 1 de julio de 1978, Fernando Romeo Lucas García asumió la presidencia. Su mandato estuvo marcado por un aumento del conflicto armado interno, la aparición de grupos paramilitares y masacres en comunidades indígenas y campesinas. Declaró estados de sitio para mantener el control político y enfrentó una fuerte oposición interna.
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En este año, el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) aumentó su actividad, estableciéndose principalmente en Quiché y ampliando operaciones en otros departamentos. Otros grupos insurgentes como FAR y ORPA también intensificaron acciones violentas, incluyendo secuestros y ataques políticos.
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El 31 de enero de 1980, campesinos y líderes indígenas ocuparon la Embajada de España para denunciar violaciones de derechos humanos. La policía irrumpió violentamente, provocando un incendio que causó la muerte de 39 personas, incluyendo diplomáticos españoles y campesinos. Este hecho provocó un grave conflicto diplomático y marcó un episodio clave en la represión estatal.