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La World Wide Web, creada principalmente para difundir información de forma unidireccional.
Los usuarios eran simples observadores: no podían modificar ni aportar contenido.
Las páginas estaban compuestas casi exclusivamente por texto e imágenes básicas, enlazadas mediante HTML. Características:
Contenido estático y no interactivo.
Diseño simple y lineal.
Ausencia de participación del usuario.
Modelos de comunicación “uno a muchos”. -
La web evoluciona hacia la interactividad y la participación colectiva.
Los usuarios dejan de ser receptores pasivos para convertirse en prosumidores (productores y consumidores de contenido).
Surgen las plataformas sociales, los blogs y los servicios en línea donde la comunidad define el valor de la información. Características:
Aparición de redes sociales, wikis y blogs.
Interfaces dinámicas con AJAX y JavaScript.
Economía basada en la participación -
La Web 3.0 representa la transición hacia una red que entiende el significado de los datos.
Mediante el uso de inteligencia artificial, algoritmos semánticos y blockchain, los sistemas pueden interpretar, conectar y personalizar la información según el contexto del usuario. Características:
Comprensión semántica de los datos.
Aplicaciones descentralizadas (DApps).
Privacidad reforzada mediante tecnologías blockchain.
Personalización avanzada gracias al aprendizaje automático. -
En esta etapa, la conexión entre el ser humano y la tecnología se vuelve casi simbiótica.
La información está disponible en todo momento y lugar, integrándose con dispositivos inteligentes y sensores conectados (Internet de las Cosas).
El objetivo es anticipar las necesidades del usuario incluso antes de que las exprese. Características:
Comunicación directa entre humanos y máquinas.
Internet de las Cosas (IoT).
Experiencias inmersivas con realidad aumentada y virtual.