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Ignacio de Loyola, nació en el castillo de Loyola, en Azpeitia, población de Guipúzcoa cerca de los Pirineos. Su devoción a la Iglesia Católica se caracterizó por la obediencia absoluta al Papa.
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A los 30 años cambió radicalmente su vida. San Ignacio de Loyola tomó la decisión de entregarse a la vida religiosa tras una grave lesión que sufrió en una de sus intervenciones militares; resultó herido por una bala de cañón en la batalla de Pamplona.
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por el espacio de los siguientes siete años, realizará en la capital francesa estudios de teología y de literatura.
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se ordena como sacerdote. En París, se le unen compañeros (Pedro Fabro, que era sacerdote de Saboya; Francisco Javier, un navarro; Laínez y Salmerón, que brillaban mucho en los estudios; Simón Rodríguez, originario de Portugal y Nicolás Bobadilla) con los que formó la Compañía de Jesús.
San Ignacio de Loyola fue el fundador de la Compañía de Jesús, popularmente conocida como Los Jesuitas. -
El Papa aprobó la orden, Loyola y su grupo se dedicaron al trabajo humanitario y a la labor de la enseñanza
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Para hallar la Gracia del Señor, hemos de entregar nuestras vidas a Dios Santísimo, Sa n Ignacio De Loyola.
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San Ignacio de Loyola padeció una grave enfermedad, lo que hizo que presentara su renuncia al generalato porque no se veía con fuerzas para continuar. Sin embargo, sus compañeros no aceptaron dicha renuncia, razón por la cual San Ignacio siguió en el cargo, aunque más debilitado.
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San Ignacio de Loyola se encontró muy mal. Se lo llevaron a la casa de campo del colegio romano. Regresó a Roma los últimos días de julio.
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Falleció durante la madrugada, después de haber repetido varias veces durante la noche: “¡Ay, Dios!”.
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Canonizado por el Papa Gregorio XV en 1622, se le venera como patrón de los retiros. Su festividad se conmemora el 31 de julio.