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Nací en 1865 en una prestigiosa fábrica en Barcelona y me llevaron a una relojería en Bilbao.
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Me compraron en 1870 por 1200 pesetas.
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Me pusieron en una caja a oscuras; envuelto de un papel de burbujas.
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Estuve funcionando hasta 1910
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En 1911 se me empezaron a acabar las pilas.
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Me cambiaron las pilas y yo estuve perfecto, pero el mismo día mi dueña murió
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El mismo día yo pase a manos de una familia en la cual me dieron mucho uso.
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Un día me quedé sin pilas allá por el año 2000 y así permanezco hasta ahora, y estoy de decoración en un gran salón de la casa.