Libros  de texto

Mi vida como estudiante

  • Preescolar

    Preescolar
    Recuerdo que yo amaba ir a la escuela aunque me causaba conflicto la socialización... Era regla interactuar con mis compañeritos/as y creo que ese "deber ser" era el que me angustiaba.
    Fue hasta la universidad que descubrí que mi forma de establecer relaciones sociales era peculiar... esto derivado de un diagnóstico de nivel funcional de Trastorno del Espectro Autista, mejor conocido como Síndrome de Asperger.
    Ojalá mis maestras de preescolar hubiesen sido más flexibles en cuanto a esto.
  • Primaria

    Primaria
    El cambio de escuela me emocionaba. Siempre fui la niña del cuadro de honor pero con observaciones por pobre interacción.
    Ese "pero" me angustiaba porque, aún a mi edad, sentía que anulaba el esfuerzo realizado. Mis maestros y maestras, solían ser autoritarios en cuanto al establecimiento de reglas por medio de premios y castigos.
  • Cambio de escuela

    Cambio de escuela
    Cuando pasé a segundo grado, tuve un cambio de escuela. A diferencia de lo que podría esperarse, este cambio fue satisfactorio ya que en la nueva primaria era parte de un grupo pequeño de alumnos y alumnas. Esto facilitó muchísimo mi integración, además de que las dos maestras que me asignaron en ese periodo, estaban muy sensibilizadas en tema de inteligencias múltiples y se esmeraban por realizar adecuaciones curriculares. Fue el mejor tiempo estudiantil de mi vida.
  • Otro cambio

    Otro cambio
    Al pasar a sexto de primaria, hubo la necesidad de regresar a la escuela en donde cursé primero. Fue un cambio difícil, pues representaba dejar un lugar donde todas las condiciones para el aprendizaje fueron favorables. La maestra que me asignaron era demasiado rígida, muy poco empática y con un concepto de "disciplina" muy cuadrado. Académicamente nunca tuve dificultades, obtuve reconocimientos por aprovechamiento pero su autoritarismo tuvo repercusiones en mi desarrollo socioafectivo.
  • Un reto llamado "Secundaria"

    Un reto llamado "Secundaria"
    Sin duda, fue un periodo de difícil adaptación, no sólo por todos los cambios físicos y psicológicos que la etapa representa, sino porque también era necesario adaptarme a cada maestro/a y a su muy particular forma de enseñar. Hubo quienes se mostraron empáticos/as y con apertura a que desarrolláramos nuestro potencial... pero hubo otros/as (la mayoría) que exigían un orden excesivo y dejaban poca oportunidad para el pensamiento crítico y creativo... intentando defenderse de la "REBELDÍA"
  • A la prepa

    A la prepa
    La preparatoria fue otro suceso importante en donde tuve que ponerme a prueba y mantener el ritmo al que estaba acostumbrada. El nivel de exigencia por parte de las y los profesores fue muchísimo más alto, llegando a sentirme realmente abrumada por ello. Recuerdo tener momentos de estrés, ansiedad y una auto-exigencia enorme. Resultaba mucho más complicado dialogar con las autoridades o buscar negociación... Esto era visto como una falta de respeto y sólo los más "osados" desafiaban los límites.
  • Ahora sí, lo bueno

    Ahora sí, lo bueno
    Entrar a la universidad fue algo que realmente marcó mi vida estudiantil. Descubrí una forma de enseñanza-aprendizaje que no había experimentado, sobre todo por la orientación de la carrera.
    En la facultad no fue raro escuchar cómo los alumnos retaban y desafiaban a las/os profesores (en el buen sentido de la palabra). Este desafío implicaba responsabilidad, ya no sólo era "expectadora", ahora me tocaba formar parte de los procesos de aprendizaje, retroalimentar y generar nuevos conocimientos.
  • Un nivel más: Maestría

    Un nivel más: Maestría
    Sin duda, esta fue la etapa en que me responsabilicé totalmente de mi aprendizaje, pues la modalidad en la que estudié la maestría fue básicamente auto-didacta. ¡Me encantó! Pese al autoritarismo nato en que cursé gran parte de mi vida académica, no fue complicado esta nueva modalidad... Al contrario, sentí un gran peso de encima, pude avanzar a mi ritmo, profundizar según mis intereses y aprovechar mis recursos personales y mis tipos de inteligencia predominantes. ¡Esto fue un gran acierto!