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Maria Elisa Rodriguez Salazar, hija de Concepcion Salazar y Victor Manuel Rodriguez. Segunda de seis hijos, única mujer
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Luis Enrique Triviño Montaño, hijo de Jorge Eliecer Triviño y Rosalba Montaño, segundo de siete hijos, el primero de tres hombres.
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En la iglesia la catedral, en la capilla del sagrario en la ciudad de Zipaquira
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Primero, Luis Carlos quien fallece al mes por incapacidad pulmonar, sigue Nestor y concluye Angie Viviana quien a los tres dias fallece por incapacidad pulmonar
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Le antecede Luis Carlos y le sigue Angie Viviana quienes murieron 1 mes y tres días después, respectivamente a causa de fallas en su respiración.
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Con gran dolor y tristeza, despedimos pronto a un ser que daba armonía y paz a la familia. A mis 5 años y aunque tenga muy pocas imágenes vivas de ella en mi mente, la llevare siempre en mi corazón.
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Con lucha, verraquera y mucha fe seguia se vida sin interrumpir la de su hijo, quien en un seminario se formaba para ser sacerdote. Pero una enfermedad como esas no se esconde con facilidad y con lucha y sacrificio estuve ayudando le y velando por ella en todo lo que requería, hasta sus últimos días.
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Un día especial, en donde las familias se reunían con nosotros para compartir experiencias, mi madre contenía su dolor para que no lo notase. Y así fue, lo cumplió. Pero algo tan grave no es fácil de ocultar y ese día un sacerdote amigo me contó lo que mi madre sufría. Cáncer de seno. Un dolor y escalofrió paso por mi cuerpo, pues sabia la gravedad de su enfermedad. Pero como ella, luche ante la adversidad y logre darme mis propias alegrías.
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Al salir del quirófano, después de una operación para extraerle de ella el tumor que tenia, la vi revitalizada, la misma Elisa que conocía desde niño, alegre, sonriente, cojeando pero con vida y esperanza. Que alegria, la tendre para mucho rato.
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Con sus ultimas fuerzas decidió ir a Bogota, donde le trataron su enfermedad durante casi 2 años. La encontré en el camino y le acompañe, pero mi dolor y angustia aumentaban cuando en ese hospital la deje, y mas al ver que a los dos días su estado empeoro, y su cuerpo de tubos se lleno y su dolor lo sentía mi piel.
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Ese día, quería estarme esa noche con ella, verla una vez mas, un día mas. Verla dormir como muchas veces de niño lo hacia, aun sabiendo cuanto padecía. Pero no me dejaron y no me dejaron por ella. A las 5 de la tarde entre y estuve con ella hasta las 6:30 cuando a su oído le dije: Mami, mañana vengo a llevármela.
Al salir, sentí que no volvería mas que a verle una ultima vez. De camino a casa a las 8:20 llaman a mi tía, Su mama se nos fue. De inmediato volvimos y le di mi ultimo beso.
