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Cuando entré, el pedagogico fue un nuevo mundo para mí. Venía de un jardín infantil pequeño pero amoroso y en el colegio descubrí que el mundo es demasiado grande y la gente muy diversa.
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Asistir a las nataciones anuales me gustó excesivamente. Entendí que al cuerpo toca tenerlo sano y que nadar puede salvar mi vida, además de adquirir capacidades sociales tanto fraternales como de amoríos.
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Me gustó mucho el primer bazar al que fuí que fue el de 2014 creo, de ahí para allá fueron re malos.
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La construcción de la conciencia y luego de la praxis social se la de debo en parte a algunos docentes que comprenden ampliamente el sentido de lo pedagógico. De mis experiencias más formativas fue la asistencia al semillero de derechos humanos.
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Entrar al enfasis de ciencias sociales es una de las experiencias más enriquecedoras desde todos los aspectos: académico, social, sentimental y me ayudó a construirme.
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Mi salida pedagógica no tiene precedente, otra experiencia sumamente enriquecedora en todos los aspectos.
