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Mi madre estaba tranquila en mi casa hasta que, de repente, notó unos dolores en la barriga. Mi padre la llevó rápido al hospital y, a la media hora, nací yo pesando 3,100 kilos. Mi madre me cogió en brazos y me abrazó muy fuerte.
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A mí me dejaron en el campo de mis abuelos a la espera de que naciera mi nueva hermanita. Al final llegaron mis padres a los dos días después enseñándome a mi hermanita Susi.
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Yo tenía muchas ganas de entrar a mi nuevo cole. Iba a conocer a muchos amigos y a una nueva profesora. Hicimos excursiones y aprendí a hacer muchas cosas nuevas.
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Fue una sorpresa cuando mis padres me enseñaron unas entradas que habían comprado para ver al Real Madrid en su estadio. Se trataba del primer partido de la liga entre el Madrid y el Betis. El Madrid ganó dos a uno y me fui muy contento a mi casa.
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Fue un día muy especial para mí. Durante tres o cuatro años aprendí mucho sobre Dios y sobre Jesús. Lo celebré con toda mi familia y me lo pasé muy bien. Además, hice nuevos amigos.
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A mí me encanta el fútbol y por eso estaba esperando este día. Me apunté al Ilicitano Sporting y "debuté" en mi primer partido convocado. Fue en fútbol ocho. Ganamos tres a uno y marqué un gol.
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Era el último año en el cole y todos queríamos hacerlo bien. Nos tocó disfrazarnos de policías y ladrones. A mí me tocó ir delante donde todos me veían. Al final salió todo bien y todos contentos.
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Fue un viaje muy largo pero mereció la pena porque nos fuimos a un centro deportivo de alto rendimiento. Allí jugamos al fútbol, al baloncesto, al tenis y al voleibol. Nos lo pasamos muy bien y queremos volver a ir.
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Ganamos el último partido de liga y conseguimos ser los primeros. En julio nos tocó ir a recoger nuestro premio y subió a por él el capitán. Estábamos muy contentos por la victoria conseguida.
