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Cuando nací casi no tenía cabello, mis manos y pies eran muy pequeños, siempre estaba moviéndome, lloraba mucho y aún no podía caminar o comer solo.
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Al cumplir mi primer año gateaba por todas partes, mis brazos y piernas se hicieron más largos y fuertes, tanto que podía alcanzar casi cualquier cosa que estuviera en el suelo; mi cabello creció al igual que yo.
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Al cumplir dos años ya podía caminar sola, mis piernas crecieron tanto que ya podían sostenerme, mis manos podían tomar objetos sin dejarlos caer e incluso podía acariciar un gato; mi nariz, ojos y orejas también se hicieron un poco más grandes.
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Con tres años era capaz de caminar, correr y saltar por toda la casa, jugaba con mis muñecas y tuve que cambiar de zapatos, pues mis pies ya no cambian en ellos; era más alta, con más cabello y mis dientes eran grandes.
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Crecí demasiado, ya ni mi ropa me quedaba, así que mamá tuvo que comprar una nueva; mi nariz ya no era tan pequeña y mis dedos se alargaron, al igual que el resto de mi cuerpo.Con mis manos podía cortar y pegar cosas.
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Al cumplir cinco seguía creciendo y creciendo sin parar, mis ojos y mi cabeza se hicieron cada vez más grandes.
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En este tiempo he cambiado muchísimo, Ahora soy enorme, mis brazos y piernas se estiraron, tanto que estoy en un equipo de basquetbol. Mi cabello llega a la cintura y mi cara ya no es igual, todo de hizo más grande.
