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Ricardo Alfonso Gamez Seren
202510030029 -
La Revolución Francesa y las guerras napoleónicas debilitaron a España, generando inestabilidad en sus colonias. En Centroamérica, los criollos comenzaron a cuestionar el dominio español, promoviendo ideas independentistas. La invasión napoleónica a España en 1808 y la Constitución de Cádiz en 1812 alentaron los primeros movimientos de emancipación.
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Se proclamó la independencia de la Capitanía General de Guatemala, incluyendo Honduras. La decisión fue influenciada por la presión de sectores criollos y la inestabilidad política en España.
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Centroamérica se unió al Imperio Mexicano dirigido por Agustín de Iturbide. Esta anexión fue impopular y breve, ya que la caída del Imperio en 1823 llevó a la separación de las provincias centroamericanas, que optaron por formar su propia federación.
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Tras separarse de México, las cinco provincias centroamericanas formaron una federación con un gobierno central. Esta unión buscaba estabilidad, pero enfrentó conflictos internos debido a diferencias políticas entre liberales y conservadores, dificultando su consolidación.
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Conflictos políticos y luchas de poder entre las provincias debilitaron la Federación. En 1838, Honduras declaró su independencia, seguida por los demás estados, poniendo fin a la Federación y dando inicio a la organización de estados nacionales independientes.
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Enfrentamientos entre liberales y conservadores causaron inestabilidad. Francisco Morazán emergió como líder liberal, luchando por la unidad centroamericana. Sus victorias militares lo llevaron a la presidencia de la Federación, pero su proyecto enfrentó constante oposición.
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Tras la disolución de la Federación, Honduras intentó establecer su propio gobierno, enfrentando inestabilidad política. Francisco Morazán intentó restaurar la unión centroamericana, pero fue capturado y fusilado en Costa Rica en 1842.
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Honduras adoptó su primera constitución y estableció su propio gobierno, aunque con frecuentes conflictos políticos. Durante este período se sentaron las bases para la administración del nuevo país, aunque persistían luchas entre facciones liberales y conservadoras.