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Cuando mi hermano tenía ya 6 años mis papás habían hablado de no tener más hijos ya que la situación económica no era la mejor. Sin embargo, mi mamá tenía el deseo de tener una niña y Dios se la concedió. Todos estaban asombrados y me esperaban con ansias.
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Mi mamá hasta el día de hoy ha sido mi mayor apoyo, mi fuente de inspiración y la mujer que se ha robado mi corazón. No tengo palabras para expresar cuánto ha significado tener una madre tan espectacular en todos los sentidos, y realmente si no fuera por ella yo no sería la persona que soy ahora. Mi mamá me ha ayudado a superar muchas dificultades y con mucha paciencia me ha acompañado desde el inicio.
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Mi papá ha sido un hombre muy trabajador, apasionado con las cosas que ama, dedicado y emprendedor. Al igual que todos nosotros, el no fue perfecto y por su carácter muchas veces el ambiente de casa no era el mas alegre. Sin embargo siempre se destacó por su gran amor hacia mi hermano y yo y siempre se esforzó para darnos una buena vida.
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Yo nací cuando mi hermano tenía 6 años. Era un niño encantador y tenía mucha pasión por Dios. Era muy amoroso conmigo y muy inteligente para su edad.
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Nací un 4 de diciembre a las 3:00 de la mañana luego de incontables horas de parto. Era una niña grande y pesada. ¡Oh sorpresa! aquella niña rosadita nació con ojos claros, lo que hizo que toda mi familia se asombrara y aun que se cuestionaran muchas cosas. Pero resulta que mi mama se lo había pedido a Dios. Nací con la nariz torcida, desde el inicio muy risueña y calmada.
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Mi mamá es creyente y mi papá no. Por lo tanto ese mismo año mi papá me consagró a la iglesia católica y mi mamá a la iglesia cristiana, en la cual crecí y en donde me he fortalecido fuertemente en mi fe.
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Era una niña llena de energía y siempre estuve llena de risas. Me gustaba mucho balbucear e interactuar con otros. Aprendía rápido y era una niña muy soñadora.
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Mi abuela ha sido también una clave especial y fundamental en mi vida, ya que fue quien mayormente me crio en medio de mi desarrollo. Una mujer muy esforzada pero al mismo tiempo con una historia de vida muy amarga, por lo cual infundió muchos de sus miedos en mí.
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me gustaba mucho tener amigos y era una niña muy alegre. Solía ponerme pequeñas metas y me gustaba mucho liderar. Era una niña muy sensible y tenía un alma muy pura.
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Comencé a notar como me veía diferente a mis compañeros y me lo comenzaban a decir. Entre mis 5 y 6 años empecé a engordar mucho y crecía de altura muy rápidamente, por lo cual comencé a sufrir de bullying.
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Comencé primaria muy motivada pero esa luz y alegría que tenia de chiquita se empezaba a apagar. Con los años me convertí en una niña triste, era despistada y tenía déficit de atención lo cual me hizo tener dificultades en el colegio.
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A los 8 años comencé a desarrollar una baja autoestima muy fuerte con el bullying y los pensamientos intrusivos. Pero a pesar de todo siempre estaba dispuesta a ayudar. me gustaba mucho dar y compartir con mis amigas.
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entre los 7-11 años habían muchos problemas en mi casa y mi hermano se había vuelto un joven muy rebelde y conflictivo. Comencé a tener una mala relación con mi hermano y mi papá. Era muy rechazada por parte de los niños y mi ansiedad e inestabilidad emocional aumentaba.
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Comencé bachillerato y para mi sorpresa me pude adaptar muy bien en mi salón y rápidamente me hice amiga de una chica, la cual fue una amiga muy toxica y era mala influencia. comencé a comer poco y a bajar de peso de una manera muy rápida, me hice keratinas también. Ese mismo año tenía épocas muy depresivas y pensamientos de cutting.
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En este año quería realmente estudiar lenguas modernas ya que desde pequeña he tenido facilidad con los idiomas y el lenguaje. Estaba muy interesada por aprender a cantar y pertenecer a una banda.
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En este año comencé a vincularme más con las cosas de Dios, cambié toda la música depresiva que escuchaba y dejé de estar tan vacía todo el tiempo. En medio de mi sensibilidad podía ayudar a los demás y era muy tímida.
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Me pude enfocar bastante en mis estudios y en mis habilidades sociales. Dejé la timidez y logre ser de las mejores de mi clase.
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Comencé a ir a las reuniones de jóvenes en la iglesia cristiana a la que asisto actualmente. En este lugar descubrí aspectos de mi misma que desconocía y aun la valentía que no sabia que tenia. Pude superar muchos miedos y conocía gente increíble que marcó mi vida hasta el día de hoy. Fueron experiencias inigualables.
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Este año fue un poco difícil ya que tuve que pasar por algunos procesos médicos debido a que estaba comenzando a sufrir del corazón. Estuve casi medio año examen tras examen y con diferentes diagnósticos. No se sabía con seguridad que tenía pero los médicos que nos atendían decían que era probable que mi vida fuera corta debido a eso y necesitaría un marcapasos. A final de año ocurrió lo inesperado, me trasladaron a Pereira y se dieron cuenta que no tenía nada grave. Eso trajo mucho alivio.
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Hice amistades increíbles y aunque mi estado emocional seguía siendo una lucha para mi, pude ayudar a muchas personas que pasaban por situaciones similares. Me di cuenta de que quería ayudar a las personas por el resto de mi vida y empecé a buscar una profesión que me permitiera hacerlo.
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A principios de año conocí a personas maravillosas que me acercaron mucho a Dios y juntos pudimos ayudar a algunas personas y darles esperanza.
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En este punto pude aprender muchas coas sobre la expresión musical y corporal tanto a la hora de interactuar con un publico como el hecho de cantar en frente de las personas. Viví experiencias inigualables en los ensayos de teatro y me pude conocer mas a mi misma. Me comprometí mucho mas con las actividades de la iglesia y comencé a ayudar en las reuniones jóvenes y evangelismo. Aprendí a comunicarme asertivamente con otros y tener empatía desde mi historia de vida personal.
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Estuve planeando mis quince años durante cuatro meses mas o menos y para mi era la fecha mas especial de todas. Recuerdo que quería invitar a todo el mundo y hacer todas las cosas posibles. Se realizo en la iglesia y para mi hasta el día de hoy pienso que todo salió perfecto. Ese día pude cantar, compartir con las personas especiales para mi, bailé, me reí y termine super cansada.
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Aun en el 2019 seguía luchando bastante con problemas emocionales y baja autoestima, por lo que había días donde eso era tan fuerte que me veía sumergida en mis propios pensamientos y no era capaz de sentir paz. No me sentía bien en el colegio al que asistía por lo que mis papas decidieron cambiarme de colegio y entre al colegio León de juda. Al día de hoy puedo decir que fue una de las mejores decisiones que pude tomar ya que me ayudo a ver la vida de una forma diferente y realmente me salvó.
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En pandemia tuve una de las peores crisis emocionales que he tenido y fue un momento difícil en mi fe. Sin embargo pude ayudar a muchas personas. En este año me di cuenta de que quería ser psicóloga y lo tenía clarísimo ya que quería ayudar a las personas y dejar un legado.
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Hubo una actividad de evangelismo por toda la ciudad que se extendió hacia muchas iglesias de Manizales, la cual buscaba atraer a muchas personas al conocimiento de Cristo. Fue una semana tan increíble, donde ocurrieron cosas maravillosas y pude experimentar el servicio. Fui una de las servidoras y tuve la oportunidad de interactuar con muchas personas, acompañarlas, abrazarlas y escuchar sus historias.
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Me gradué el 30 de noviembre y fue un día muy especial. Cante y se realizo una actividad de premiación a los profesores por parte de una compañera y yo. Una semana antes de graduarme me di cuenta que no quería ser psicóloga sino enfermera. Al día de hoy me doy cuenta de que fue una gran decisión, ya que en esta carrera encuentro lo que tanto quería: servicio, atención, cuidado, liderazgo, disciplina, amor, empatía; es una carrera practica donde podemos dejar una huella al corazón de otros.
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Fue la primera vez en mi vida que comencé a aceptarme tal y como era luego de procesos tan duros en mi autoestima. El 2020 fue un año duro porque comencé a sanar muchas áreas en mi vida, y en el 2021 ya comenzaron a hacer fruto y empecé a salir con mi pelo crespo natural. En este año salí mucho con amigos y tuve un fuerte liderazgo en mi colegio. Comencé a prepararme para cantar en mi iglesia y tuve algunas situaciones malucas con chicos, de las cuales pude crecer y aprender.
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Cuando me enteré que había sido aceptada fue como un sueño para mí, ya que estaba agradecida tanto con Dios como con mi familia. Ha sido una oportunidad muy bonita para conocerme y evaluar muchos aspectos tanto los positivos como aquellos que se deben mejorar. En estos dos meses he podido crecer y atravesar algunos retos a nivel personal que me han ayudado a superarme y a determinar el deseo que tengo en mi corazón de graduarme y ser una enfermera llena de amor, paciencia, disciplina y servicio.