Historia de la Indumentaria timeline

Tras abandonar el paraíso, la pareja se ve en la necesidad de usar hojas para cubrir su cuerpo desnudo.

Durante el periodo Paleolítico, hombres y mujeres se cubrían el cuerpo con pieles a manera de taparrabos y se adornaban con collares hechos con uñas y dientes de animales que cazaban para su sustento.

Se clasificó en tres tipos:
•Traje real: túnica conocida como Kandys, adornada con figuras, caracterizada por tener mangas largas que llegan a cubrir los codos. •Militar: túnica de diseño rectangular con mangas largas y estrechas, acompañado de pantalón llamado Anaxirides.
•Arqueros Reales: traje de mangas largas y anchas completamente bordado, acompañado de una tiara diseñada a rayas azul y blanco, así como de un calzado elaborado con cuero suave conocido como Kroumir.

La indumentaria consistía en el Shenti y el Kalasaris. El primero era una especie de falda de hilo blanco que usaba el hombre; el segundo era un vestido ajustado, largo y ceñido, que llevaban sobre todo las mujeres. El hilo era el material más usado para la ropa del antiguo Egipto, se hacía con fibras vegetales y era fácil de lavarse.

La prenda indispensable era el chitón, se trataba de una pieza de tela de lana rectangular y de gran tamaño envuelta sobre el cuerpo. El chiton de los hombres era mucho más ancho que el de las mujeres. Una prenda habitual de las mujeres hasta comienzos del siglo XVI a.C. era el peplo dórico.

Los hombres sólo llevaban una falda corta conocida como subligaculum o licinium, se hacía de hilo y se anudaba en la cintura. Las mujeres usaban una túnica larga y holgada, la stola que tenía muchos pliegues y sobre ella vestían un manto que cubría la espalda y, a veces, la cabeza.

Su prenda característica era la túnica de lana o de seda que les llegaba a los tobillos. Debajo de ella usaban camisa y calzoncillos. La túnica del monarca era de color púrpura, azul oscuro o blanca y el cinturón era tejido con hilos de oro. Por lo general, las damas nobles vestían una túnica talar y un amplio manto con adornos en los bordes. Los soberanos llevaban sobre su cabeza tiaras, mitras o sombreros altos de fieltro.

Los hombres solían usar medias largas y túnicas, usaban chaquetas, calzas y pantalones hasta la rodilla. Las mujeres usaban vestidos largos con túnicas sin mangas y tocados que cubrían su pelo. Para protegerse en invierno, ambos usaban capas de piel de oveja y guantes y gorros de lana.

Las prendas eran confeccionadas por sastres y se adaptaban a los gustos de los clientes. En la mujer, la indumentaria básica era una camisa interior de lino blanco de manga larga y sobre ella iba un vestido de cintura alta de color contrastante, a finales del siglo el escote se hizo en forma de V hasta la línea de la cintura.
En cuanto al hombre, se mantuvieron las prendas de la Edad Media, añadiéndole colores brillantes, en forma de parches, rayas, cuadrados y triángulos.

La ropa de mujer era más estilizada, la parte delantera de la falda estaba partida dejando ver las enaguas, en las caderas la prenda va muy ajustada y la falda se levantaba ligeramente con aros de hierro.
La ropa de hombre consistía en un justillo ajustado y largo que a finales del siglo XVII iba decorado con bordados y cintas, la camisa solía llevar los puños atados con cordones y cuello alto, los pantalones hasta la rodilla y se usaban calcetines de seda normalmente blancos.

»Prendas masculinas: casacas francesas y las chupas, chaquetillas, calzones ajustados hasta la rodilla, corbatas en vez de las golillas, pelucas y grandes sombreros.
»Prendas femeninas: continúa el mismo estilo del siglo anterior y se adopta el uso de mantas en la cabeza. Se llevaban también vestidos largos, grandes sombreros y sobre todo destaca el corsé, el cual era una forma de demostrar su altura.
Se usaban anillos y, a veces, guantes largos, collares, etc.

La ropa femenina consistía en un corpiño con mangas estrechas adornadas con cascadas de encajes y de bordados, la falda cónica era una de las prendas más sorprendentes del periodo.
La ropa masculina tenía muchos volantes, bordados y encajes, el chaleco era corto, así como las mangas, los pantalones llegaban hasta la rodilla y estaban complementados con unas medias blancas. Más tarde, la ropa de hombre se volvió más simple y ya no estaba adornada con encajes y volantes.

Se reemplazó la seda por algodón sencillo. La Indumentaria en esta época marcaba el estatus social, político y económico de los ciudadanos. La Revolución traerá consigo la denominación de las prendas, "Traje a la Constitución", "A la patriota", que se acompañaran de los colores republicanos en cintura, cuellos, guantes o sombreros, aplicados sobre el blanco, dominante en la mujer, y negro, en el hombre. Azul, blanco y rojo, eran los colores que simbolizaba la República.

Los hombres usaban frac de hombreras anchas, chaleco y corbatín o corbatas anchas, quienes no poseían tanta fortuna usaban una faja de seda y una chaquetilla. También se usaba mucho la levita, una especie de chaqueta larga. Las damas usaban faldones hechos hasta con 14m de tela. Se dieron el estilo Mirañaque (los diseños se volvieron más sencillos) y el estilo Polisón (la mayoría de los vestidos tenían dos partes separadas, la falda y el corpiño).

Los vestidos se hacen de línea más fina y se usan tejidos como la seda y los encajes para blusas y enaguas. Comienza a arraigarse la moda de los trajes como prendas deportivas y para viaje.
Charles Frederick Worth tuvo gran impacto ya que decide cambiar las tornas y hacer que las clientas se desplacen a su maison para observar sus diseños. Es además, el primero en organizar desfiles en su casa de moda, en coser una etiqueta con su nombre y entender la moda como un elemento social.

La Primera Guerra Mundial produjo grandes cambios en la vestimenta femenina: hizo su aparición el estilo militar o camisero. Las prendas masculinas casi no tuvieron cambios, los cuellos ingleses hicieron su aparición en la primera década del siglo XX. Los trajes de baño eran una especie de vestidos pequeños con mangas cortas y cuellos escotados. Se transformó el corsé en brassiere largo y luego corto o sostén; aparecieron el fondo, las pantaletas y los portaligas para las medias.

Se dieron las faldas más cortas, medias con costura en la parte trasera o con dibujos, menos corsés, no podían faltar las lentejuelas, los lazos, las flores, gasas, diademas y los largos collares. Telas con mucha caída, sedas, rasos, muselinas, encajes y tafetanes. Cortes evasé, los escotes en V. Los plisados y volantes en faldas. Los cuellos con grandes solapas o canesús. Las capas escalonadas en los vestidos, que van sin mangas, y se usan los chales o estolas para cubrir los brazos.

Muchos se quedaron sin trabajo, y los que tenían no ganaban lo suficiente. La idea era preservar, el mayor tiempo posible, lo que había en el armario. Para la mujer se impuso un estilo más femenino y liviano. El largo de los vestidos y las faldas cayó hasta los tobillos. El ingreso de la mujer a la fuerza de trabajo obligó a recurrir a la ropa más práctica. Las prendas tendían a marcar la cintura y a entallar la figura. El traje de chaqueta era el más usado en las calles.

Fue una de las épocas más oscuras de la historia de la humanidad. Los looks normalmente eran en tonos verdes, beige, grises, blancos o negros. Las telas se controlaban a causa de la escasez, la seda se utilizo casi en su totalidad para hacer paracaídas. Los tejidos comienzan a ser cada vez de más baja calidad y se generalizan los vestidos de cortes simples.

Después de la posguerra la sociedad volvió a la normalidad. En las mujeres los vestidos eran el look del momento, los cuales resaltaban su cintura. A mediados de los 50s se empezaron a usar pantalones para dama. Usaban zapatos de tacón, sombreros, guantes, gafas, collares y pulseras de perlas.
En los hombres predominaban los vaqueros, camisas blancas o negras ajustadas al cuerpo y chaquetas de cuero negro estilo rockero y para algo mas formal usaban tirantes, guantes, sombreros o boinas.

La moda deja de ser igual para todos: hay una moda para adultos y una para jóvenes. Llegó el vestido recto y suelto, que después comenzó a subir encima de la rodilla. La ropa dejó de estar ceñida al cuerpo, subieron los escotes, empezó el cuello de tortuga y los tejidos de punto grueso. Se usaban los estampados y colores inspirados en la cultura pop y el movimiento de arte moderno. También llevaban bolsos de grandes dimensiones, gafas grandes ovaladas y sombreros.

Se dio una libertad total en cortes de fantasía y colores variados, las faldas se acortan hasta convertirse en minifaldas. Yves Saint Laurent introduce el pantalón dentro del armario femenino. Nace el prêt-à-porter (“listo para llevar”). El movimiento hippie se refleja claramente en esta década. La silueta general era larga y delgada. El estilo era andrógino, utilizado por ambos sexos. Usaban zapatos de plataforma. AL comienzo de la década las piernas eran acampanadas y al final muy anchas.

La moda deja de ser una herramienta política y se convierte en un elemento estético. Es la era de las hombreras, los tacones de aguja, las blusas holgadas y coloridas, los chalecos, las faldas rectas y las minifaldas, los pantalones ajustados, medias de red, leggins, tops, crucifijos, pulseras, guantes sin dedos y cadenas. Son prendas influenciadas por el mundo del trabajo, las series norteamericanas y la cultura de la música pop. Privilegiaban el volumen y el tamaño.

A finales de los 80 empieza a surgir un movimiento denominado “feísmo”, instaurado por diseñadores llegados de Japón y de la escuela de Amberes, en el que el negro, las prendas desestructuradas y las formas exageradas son señas de identidad. Se impuso la moda creada por el reciclaje de diversos materiales creando prendas llamativas. Se usaron los pantalones de tiro bajo, las camisetas cortas, la ropa deportiva, los zapatos con plataforma y el tejido vaquero.

A inicios de este siglo se empieza a hablar de tribus urbanas: grunge, hipster, normcore, etc., que intentan diferenciarse mediante su vestuario.
El traje y los vestidos clásicos se llevan solo en ocasiones especiales y en el mundo laboral. Las personas crean sus propias prendas y accesorios. Además, Internet y las redes sociales darán pie a creadores de tendencias con repercusión global, desde celebrities hasta bloggers que imponen estilos en la calle.

Los primeros años de la década del 2010 han reciclado muchas tendencias de los años 1950, 1970 y 1980. También resurge la moda hipster. En los Estados Unidos, se volvió popular vestir ropas de diseñador de Gucci, Chanel o Versace, y colores de neón como rosa, verde, verde azulado, negro, púrpura, magenta y amarillo. Mientras que desde finales de 2012 a 2015 se inició la influencia de la moda grunge y skater de inicios de los años 1990. También se da la inclusión en la industria de la moda.

Las tendencias que encontramos son: colores neón, prendas de piel de distintos colores, ropa holgada para más comodidad, camiseta y sneakers, estampado de lunares, hot pants, microfaldas, piezas con mangas abultadas y los collares grandes, largos y exagerados. Surgen los influencers. Existe una gran conexión entre la moda y la tecnología gracias a redes sociales como Pinterest, Facebook, Twitter e Instagram.