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Era de marca Radiola que hoy no conocen muchos, pero ya tenía hasta mando a distancia.
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El segundo en mi calle. Tenías que meter el dedo en la ruletita para marcar el número.
http://es.wikipedia.org/wiki/Teléfono -
Era increíble que por la calle no sólo podías oír la radio, como con el antiguo transistor, sino que incluso escuchabas una cinta de cassette.
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Te parecía tener una discoteca en casa, comparada con la radio de tu padre.
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Mi nuevo teléfono, no sólo ya tiene teclas (adios a la ruletita) sino que lo puedo llevar por casa sin pensar en el cable.
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Modelo ladrillo, es casi igual que el teléfono inalámbrico de casa.
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Lo compramos para los estudios de los niños. Poco imaginaba que yo lo utilizaría más que ellos.
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El cine en casa, y ocupando un espacio mínimo.
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No sólo cumple las funciones propias de un teléfono, sino que tiene otras complementarias, como hacer fotos y pasarlas al ordenador.
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Me abrí una cuenta, que me hizo falta para algo puntual. Ahora la uso diariamente.
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Y sigo hasta hoy.
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Me ha servido para reencontrarme con antiguas amistades.