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Me gustaba mucho One Direction, vivía en conectada a las redes para saber minuto a minuto qué hacía la banda, hice muchas amigas por redes sociales y conocí varias ramas del fandom. Había un sector que creía fielmente que dos integrantes eran gays: hacían fanficts y fanarts al respecto. Comencé a ver la homosexualidad como algo super normal, me animaba a decir que artistas femeninas me gustaban no sólo artísticamente sino sexualmente, y todas mis amigas del fandom lo aceptaban, como algo normal.
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A raíz del fandom conocí en una juntada a unas chicas que no estaban vestidas de la forma "femenina" a la que yo estaba acostumbrada. Nos hicimos amigas, y fueron unas de las primeras personas que me hicieron abrir la mente en un sentido real, ya no sólo virtual.
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Conocí el movimiento feminista por gente conocída, re apoyaba la lucha, la liberación de la mujer, el colectivo lgbtiq, pero me faltaba una bocha por aprender.
Con el feminismo aprendí a aceptar mi cuerpo; a reconocer situaciones violentas en diferentes espacios; aprendí a reconocer el acoso, y la distinción con un piropo o un mimo que puede darte alguien que querés que te dé. -
En el ciclo orientado tuve la suerte de tener profes feministas, que ponían la cuerpa en el aula, y no tenían problema en parar una clase para debatir temas relacionados a las relaciones sociales, o más bien traían al aula los debates. Las profes de Filosofía y Matemática nos dieron dos talleres de ESI que dejó en la escuela como un pase libre a sacarnos dudas, a partir de ahí eran más frecuentes las preguntas, las clases frenadas, los "para mañana lo averiguo y charlamos de eso".
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Organizamos en el ciclo orientado una reunión de alumnxs, mapadres, docentes y directivos para pautar nuevas normas de convivencias en donde se nos permitiera como personas con diferentes ideologías, gustos y posicionamientos hacer uso de la libertad de expresión que tenemos sobre nuestrxs cuerpxs. Logramos el uso de piercings y expansores, el uso de cortes y colores de pelo que quisiéramos, el uso de maquillaje.
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Con el debate por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito otra oleada de revoluciones se apoderaron de mí. Tenía en claro que con mi cuerpa iba y voy a hacer lo que quiero, pero el debate en las calles, en las casas, en las escuelas, en los medios, me llevaron a planteamientos más profundos.