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Cuando nací mis padres me paseaban en carrito. Desde allí podía verlo todo, pero no me podía mover yo solo.
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Cuando aprendí a andar me montaron en un cochecito muy raro, donde podía moverme yo solito corriendo de un sitio a otro.
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Cuando ya movía bien mis piernas me regalaron un triciclo. Yo podía pedalear y pasear por la calle con mis padres.
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Cuando el triciclo se me quedó pequeño me regalaron una bici para mayores. Con ella podía correr un montón y mis padres ya no tenían que sujetarme, ahora tenía dos ruedas muy pequeñas para mantener el equilibrio.
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Ahora ya sé montar bien en bici, ya no me caigo y mantengo el equilibrio. Ha llegado el momento de una bici más grande para ir aún más rápido y de quitarle los ruedines. ¡Ya soy mayor!
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Ya soy mayor de verdad, conduzco por la carretera. Mi bicicleta tiene motor y puedo ir a cualquier lado.
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Cuando cumpla los 18 años conduciré mi coche, podré viajar por donde quiera, acompañado de quien quiera. Ahora yo pasearé a mis padres.
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Ya seré demasiado mayor para montar en bicicleta, para conducir mi moto o mi coche. Mis piernas apenas podrán andar pero podré usar esta motocicleta tan chula.
