2.2. Edad Antigua a Edad Media

  • 500 BCE

    500 A.C. Presocráticos – Heráclito

    Heráclito plantea que todo en el universo está en constante cambio y que el logos rige el orden de las cosas. Para él, la sabiduría consiste en “decir la verdad y obrar según la naturaleza” (Fragmentos, frag. 112, p. 12). La identidad humana se forma en el equilibrio entre opuestos.
  • 426 BCE

    426 D.C. San Agustín – Civitas Dei y civitas terrena

    En La Ciudad de Dios (350–367), Agustín presenta al hombre como criatura de Dios dividida entre dos amores: el amor a Dios (civitas Dei) y el amor propio (civitas terrena). La historia es una lucha moral y espiritual con sentido escatológico.
  • 381 BCE

    380 A.C. Platón – El alma y la justicia

    En La República (23–45), Platón propone que el alma humana tiene tres partes: racional, irascible y concupiscible. La justicia consiste en el equilibrio entre ellas, con la razón gobernando. El hombre está orientado al Bien, que es la idea suprema.
  • 350 BCE

    350 A.C. Aristóteles – Virtud y comunidad

    En la Ética a Nicómaco (Libro I), Aristóteles afirma que el ser humano busca la felicidad (eudaimonía) mediante la razón y la virtud. En la Política (Libro IV, caps. I–II), lo define como un zoón politikón, naturalmente inclinado a vivir en comunidad.
  • 1277

    1274 D.C. Santo Tomás de Aquino – Hilemorfismo cristiano

    En la Suma Teológica (hjg.com.ar/sumat), Tomás concilia la filosofía aristotélica con la teología cristiana. El hombre es alma y cuerpo, creado a imagen de Dios, y guiado por la ley natural y la gracia hacia su fin último: la vida eterna.