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Me siento muy grande...
En el año 94 teniendo la edad de 8 años, vino a mi vida, mi primera idea de negocio. Mi papá tenía una tienda pequeña, en un parqueadero, donde mi hermana mayor y yo, ayudábamos, en ese negocio además se vendía chance con talonario, por eso, posterior a eso y tras cerrar dicho parqueadero decidí seguir con la venta del chance en las calles, ya de manera independiente. -
Un nuevo rol...
A la Edad de 12 años decido cambiar de trabajo, buscando mayor estabilidad y remuneración. Por ello ingreso a trabajar a un restaurante cafetería, solo los fines de semana, eso me permite pagar mis colegio, pues ya estaba en bachillerato, y al mismo tiempo, cumplir algunos gustos que por la situación económica mi mamá no podía darme. -
Es hora de avanzar...
A los 16 años, en el 2002, culmino mi bachillerato, lo cual me llena de mucha alegría por un nuevo logro, el cual es la puerta hacía metas más decisivas y trascendentales. -
¡Ordenando sueños!
Posterior a terminar mi bachillerato, decidí conseguir un nuevo empleo, que me permitiera tener mejores ingresos, con el fin de iniciar mi formación profesional. Infortunadamente esas expectativas no se cumplieron en el trabajo que conseguí para esa época, como impulsadora, aunque los ingresos eran muy buenos, me deje llevar por gastos efímeros y finalmente no consolidé nada más que cursos por horas. -
Una pasión, traza un nuevo rol...
En el año 2005 realizando un curso básico de repostería y cocina ratifique y vislumbre la posibilidad de un negocio propio a través de un talento que tenía desde muy pequeña; la cocina... Por ello y sin más reparos me presente a la Escuela de Cocina del SENA, sin embargo por la alta demanda no ingresé hasta después de presentarme por tercera vez. -
¡Un tramo del camino está listo!
En el 2007 y tras lograr las más altas calificaciones y desempeños, me gradúo como Técnico Profesional en Cocina. Al obtener una meta como esta, de manera tan destacada, el SENA, me permite quedarme como instructora de cursos por horas, en los cuales empiezo a formar adultos en técnicas y preparaciones básicas de cocina. -
Y empiezo el mejor papel de mi vida...
En el año 2008, empiezo a enseñar cursos cortos de repostería a niños en las provincias, esto me genera un nuevo rumbo, pues descubro que ese, es el oficio que más me gusta, que me identifico y que Dios me da magia para acercarme a enseñar con amor. Y es así que lo compruebo en el año 2009 al convertirme en mamá. -
Una meta clara, una nueva lucha...
Tras disfrutar mi maternidad y trabajar de manera menos continua, decido que emprenderé un nuevo rumbo, por ello y con mis ahorros, decido matricularme en la Universidad Javeriana para estudiar una Licenciatura en Legua Castellana y educación básica. Mientras cuidaba de mi hijo y hacía preparaciones para vender y ayudarme económicamente. -
Las oportunidades tocan a mi puerta...
Estando en segundo semestre, me dan una oportunidad de trabajar como auxiliar docente de preescolar, en un colegio privado, lo cual no solo me ratifica que voy por buen camino, sino que me plantea nuevas metas de aprendizaje y económicas -
Nuevos caminos
Para el año siguiente de haber iniciado como auxiliar, me ofrecen ser maestra titular, lo cual me hace adquirir nuevas responsabilidades y aprendizajes, aunque mi situación económica es mejor, m veo en dificultades para pagar el total del semestre, pues mi pequeño hijo para esa época ya había iniciado a estudiar y por ello empiezo a pagar por materias y ha atrasarme en la universidad. -
Un escalón arriba...
Al darme cuenta que mis metas académicas no avanzaban como esperaba debido a mi falta de recursos, decido iniciar estudios en una carrera técnica en atención a la primera infancia, lo cual me permitía tener en mi formación, por lo menos una titulación. Consigo graduarme como Técnico Profesional en Atención a la Primera Infancia, con ello consigo un ascenso como coordinadora disciplinaria y nuevamente avanzo en busca de otra meta. -
Mi nuevo destino...
En el año 2018, empiezo a hacer asesorías a niños con discapacidad y con ello logro plantear un nuevo rumbo como educadora especial, obtener ingresos extras e ingresar con una nueva meta a la Corporación Universitaria Iberoamericana. -
En la ruta...
En el año 2020 logro ingresar como educadora especial en formación a una hermosa Fundación, donde vivo en función del aprendizaje significativo y enriquecimiento y potencialización del ser humano en cada persona con discapacidad. Mis metas no culminan, solo van a su paso, yo sigo combinando mi rol de madre, cocinera y docente, pues con los tres oficios he conquistado corazones y satisfacciones. -
¿Quién soy yo?
Yo soy una mujer que posee un gran corazón, luchadora, esforzada, perseverante, dada a servir al prójimo, con defectos propios de mi condición humana, los cuales resaltan aún más mis valores y virtudes porque no temo reconocer mi error, me esfuerzo por ser cada día mejor y cada uno de mis objetivos y proyectos actuales están impulsados por el gran amor a mi familia.. -
Mi vida en tres años...
En tres años me veo graduada como Licenciada en educación especial y realizaré el proyecto de mi propio colegio, pues mi deseo es poder ayudar a varias madres cabeza de familia, que no tienen los recursos económicos para llevar a sus hijos en condición de discapacidad a un establecimiento educativo asequible a su presupuesto. -
Y en 5 años... ¡¡Caminaré hacía el futuro de todos!!
En cinco años sueño con encaminar un proyecto familiar que me permita crear un centro de vida sensorial con niños y jóvenes con necesidades especiales. -
Mis sueños se encaminan a otra gran meta en 10 años
Para dentro de diez años debo crecer académicamente para ayudar y contribuir en la sociedad, por ello quiero realizar una especialización y un pos- grado que me permitan prepararme más en el área de la educación especial y con ello poder ofrecer metas futuras no solo a mi familia, sino a las personas de mi población y a mi país.