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El 24 de febrero fue cuando el barco zarpó, este tardó 8 meses en ser reparado; Luis Alejandro no durmió gracias a ese gran miedo que tenía en el momento.
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Aunque el Golfo de México le aterraba, todo marchó muy bien; sin embargo, el barco falló y todos fueron transladados. Luis para evitar las olas, se sentó sobre las cargas del barco pero de misma forma, terminó en el océano al igual que otros 4 personas (estas no sobrevivieron).
Luis no perdía la esperanza de ser rescatado. -
Estaba siendo arrastrado lejos de Cartagena, esto lo angustió, intentó pedir ayuda pero no estaba captando la atención. Al llegar la noche, hubo un conflicto ya que los tiburones comenzaron a acecharlo y también por las noches empezó a alucinar con uno de sus compañeros.
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Al quinto día, Luis Alejandro vió gaviotas e hizo que recuperara algo de esperanzas, ya que esto significa que se estaba acercando; intentó cazar una para comer pero terminó tirándola al mar.
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Al séptimo día, se tragó unas tarjetas que tenía, esto le ayudó. Despúes intentó atrapar un pez pero esto le trajo consecuencias ya que salió herido y la sangre atrajo a los tiburones, para intentar salvarse lo golpeó con su remo.
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Para el noveno día, ya se encontraba totalmente demacrado y esto lo entristecía demasiado, no sabía distinguir lo normal de sus alucinaciones, todo era fatal.
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Al décimo día, por fin vió tierra, esto le resultó confuso ya que no sabía si era una alucinación o no pero al intentar acercarse, se dió cuenta que era real, nadó hacia allá y al llegar, encontró un perro. Poco después lo encontraron y lo llevaron a otro sitio; en dicho sitio le dieron solamente agua con azúcar e intentaron cuidar de él.