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Esa fría noche de invierno y a esa puntual hora (00:00) nací yo en el Hospital Torrecárdenas de Almería bajo la mirada de mis padres.
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(Fecha orientativa) Como cualquier otro niño, me pasaba las horas muertas viendo los dibujitos que emitían por televisión y que tanto me divertían.
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(Fecha orientativa) Durante este año ya me explicaron cómo telefonear a otra persona (o más bien aparato) para poder hablar con esta a tiempo real y sin tardar más de lo que te tomaba bajar las escaleras e ir a la mesita del salón.
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Una cámara de fotos nos permitía guardar recuerdos en un papel gracias a su captura y así, mostrarlas a todos gracias al clásico marco.
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(Fecha orientativa) Cada mes iba al cine a ver una nueva película sin importar el género ni la cantidad de espectadores sino simplemente por el hecho de que era un entretenmiento asegurado y un tiempo que pasaba con mis amigos.
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Esa vibración que entra por tus oídos y te emociona cada vez que pulsas 'Play'. Un equipo de música me permitía tener esa sensación, aunque no la valorase tanto como ahora.
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Qué bien se estaba en casa los días lluviosos jugando con la videoconsola y bebiendo batidos, sobre todo si eran de vainilla.
El pelopincho azulado me ayudó a sobrepasar las mañanas y tardes que no salían mis amigos a la calle. -
Mientras cursaba primaria con mis buenos amigos llegó otro que se unió a la fiesta: el ordenador. El clásico equipo que todo ingeniero, empresario y sabio tenía en casa llegaba a la mia como medio de distracción por sus enormes posibilidades, sobre todo con los videojuegos.
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Un ansiado regalo de navidad fue la puerta al mundo sin salir de casa: internet. Con un solo aparatito blanco y un par de cables, el ordenador consiguió sustituir a la televisión por los medios audio visuales tan internacionales que ofrecía como YouTube.
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.mp3 era el formato con el que podía escuchar música mediante un pequeño reproductor que llevaba siempre en el bolsillo e iba conectado a unos auriculares que transmitían la música de este a mis oídos. Algo que comenzó a tomar valor en mi vida.
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(Fecha aproximada) Después de estar unos meses viendo clips divertidos, musicales y otros, me decidí por crear una cuenta en la grande de los vídeos y qué sensación, poder escribir comentarios, puntuar vídeos y moverme por mi cuenta era tan divertido.
Ahora lo divertido es ver cómo llenan de publicidad todo. -
No hablo de gritar ni enviar aviones de papel como una metáfora sino de algo tan real como la vida, y es que hablar usando el canal del aire era posible gracias al teléfono móvil que me permitía telefonear a mis padres cuando estaba a 30 km. de distancia de ellos.
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(Fecha orientativa) Con ellas podía transportar mis archivos, música y video juegos por medio de un pequeño aparato que cabía en mi bolsillo. Un gran avance, ¿no crees?
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Mi primera red social entraba con fuerza entre los jóvenes, tanto que ya no hay adolescente que no se llene de la sabiduría de esta web cada día.
Gracias a él podemos conectarnos con nuestros amigos en vez de visitarlos en persona, subir fotografías desfasando y vacilanddo y comentar con todas las faltas de ortografía que queramos, ¡un gran invento! -
La red social por excelencia.
A esas alturas andaba yo merodeando por internet cuando me topé con muchos blogs, páginas y demás en las que decía 'Like' y su correspondiente simbolito de Facebook. Comprobé su fama y creé una cuenta, ¡vaya!, me había vuelto partidario de una empresa que pretende conquistar internet... creo que ya tengo suficiente con Google. -
Desde Doraemon, todos los niños han querido algo donde encontrar prácticamente todo lo que querían.
Con Dropbox lo hemos conseguido y es que desde un ordenador podemos subir directamente archivos por medio de la carpeta y bajar en cualquier otro equipo -
Creando una línea del tiempo desde el ordenador de mi casa para la asignatura TIC tras haber escogido una foto de uno de mis actores favoritos de la gran pantalla.