-
En el año 711, tropas de árabes y bereberes lideradas por Tariq y Musa cruzaron el estrecho de Gibraltar, derrotando al rey visigodo Rodrigo en la batalla de Guadalete. En pocos años, lograron conquistar casi toda la Península Ibérica, estableciendo el emirato de Al-Ándalus como una provincia del califato omeya de Damasco.
-
La resistencia cristiana comenzó en las montañas del norte, liderada por Don Pelayo, quien venció a los musulmanes en Covadonga, marcando el inicio del Reino de Asturias.
-
En el 756, Abderramán I se proclamó emir independiente tras huir de la matanza de su familia omeya. Durante esta etapa, Al-Ándalus sufrió conflictos internos como las rebeliones de los muladíes y las incursiones cristianas en territorios como Zamora. Los francos conquistaron Barcelona y crearon la Marca Hispánica.
-
Bajo el reinado de Alfonso II, se estableció la capital en Oviedo y se impulsó la repoblación de territorios al sur de Asturias, consolidando este núcleo como el principal foco cristiano en la Península.
-
En este siglo, los cristianos reconquistaron Zamora y fortalecieron la Marca Hispánica, un territorio fronterizo bajo control franco, que incluía ciudades como Girona y Barcelona. Estos avances marcaron el inicio de la expansión cristiana hacia el sur.
-
En el 929, Abderramán III se proclamó califa, rompiendo la dependencia religiosa de Bagdad. Esta etapa marcó el apogeo político y cultural de Al-Ándalus, con Córdoba como la ciudad más importante de Occidente. Sin embargo, tras la muerte de Almanzor en el 1002, el califato entró en crisis y se disolvió en 1031 en pequeños reinos de taifas.
-
A partir del siglo XI, los núcleos cristianos se fragmentaron en varios reinos independientes, como León, Castilla, Navarra y Aragón. Estos reinos se convirtieron en protagonistas de la Reconquista contra los musulmanes.