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Nací a los siete meses de gestación, con el dispositivo intrauterino en la manita derecha. Soy la menor de cuatro hermanos. Dicen que ese día llovía demasiado y así suelen ser los días de mi cumpleaños.
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Crecí jugando en un hermoso e inmenso jardín. La casa en la cual vivíamos causaba miedo de lo vieja que era, pero jugando afuera yo me inventaba mil historias, siempre pude compartir con mascotas y rincones en donde sólo yo cabía. Sin embargo, tuvimos que dejar esa casa cuando se vendió.
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Me llevaban porque era muy inquieta, no porque mi madre no pudiera cuidarme. Mi maestra se llamaba "Remi". Yo tenía un perrito salchicha que se llamaba "Champiñón" y él me esperaba cuando salía de clases.
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Mi etapa en el CCH sur estuvo llena de aprendizaje de todo tipo, aprendí a explorar sobre música y canté con unos amigos en un grupo de rock gótico, estuve en un taller de teatro, bailé danza africana y árabe. Iba a la escuela con huaraches casi todos los días y cuando no tenía que hacer, me sentaba en las áreas verdes a leer.
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Mi padre había sido diagnosticado con Diabetes Mellitus tipo II hacía algunos años antes, sin embargo se agrava su estado y él ya no puede seguir trabajando, iniciando una época económicamente difícil para la familia.
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Mi vecino y yo tenemos la misma edad, gustos similares y nos gustamos mucho. Sin embargo, faltarán muchos años para que estemos juntos.
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Llega a mi vida mi amiga, mi cómplice, mi angelito peludo. Vivió 16 años y me regaló tanto amor y tanta alegría, que no puedo más que ser feliz por ella y agradecer su hermosa vida.
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Por una bella casualidad, a raíz de un taller de teatro y creación literaria, junto con unos compañeros del CCH Sur, tuve la oportunidad de realizar un viaje a Argentina, en el cual conocimos la bella ciudad de Pinamar
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Realizo un viaje a solas, de estilo mochilero, en el cual visito varias regiones de San Luis Potosí. Mi lugar favorito ha sido Real de Catorce y el hermoso desierto potosino.
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Mi papá descansa entre las estrellas después de una dura batalla contra la diabetes y la depresión. Afortunadamente tuvimos tiempo para despedirnos con amor y agradecimiento. Ahí aprendí sobre el dolor que perdura y que evoluciona conforme pasa el tiempo, porque con el mismo agradecimiento y amor uno debe seguir.
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Me encuentro con la necesidad de ayudar económicamente a mi mamá. Ella y yo vivimos solas. Felizmente encuentro trabajo en una librería, ya que siempre he amado los libros.
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Ingreso a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, estudio la carrera de Antropología Social.
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Por fin, mi amigo vecino y yo estamos juntos y decidimos formar una familia. Seguimos juntos y somos muy felices.
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Me convierto en la feliz mamá de una hermosa niña que el día de hoy tiene 12 años y tiene un carácter muy lindo, es buena con la naturaleza y adora a los animales. Le gusta tocar la batería y el ukulele y dibujar.
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Empiezo a hacer mi deseo realidad, tocar el saxofón.