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J. Fletcher encendió un debate con teólogos católicos y protestantes por su libro MORALS AND MEDICINE, pues invocaba el derecho de conocer la verdad sobre el diagnóstico, de control sobre la paternidad y la maternidad con la contracepción y la esterilización, el derecho de vencer a la esterilidad con la inseminación artificial y de morir con la eutanasia. -
El papa Pio XII tuvo un rol decisivo a través de discursos escritos, transmitidos por radio y recogidos en el volumen discurso a los médicos -
Se cuestionaba si la división entre la cultura científica y la humanista habría sido beneficiosa y pudiera serlo a futuro para el genero humano
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Primera publicación del termino biomoralidad por el italiano Forti -
En Nueva York se fundo por el filósofo D. Callahan y el psiquiatra W. Gaylin el Hastings Center o bien el Institute of Society, Ethics and the Life Sciences, con la intención de proveer una normativa que regulara las experimentaciones, que en dicho período se desarrollaban sin ningún control e incluso sin escrúpulos -
El oncólogo estadounidense Van Rensselaer Potter uso la palabra Bioethics por primera vez como la ciencia de la supervivencia -
P. Ramsey, notable teólogo protestante, cuyas lecciones confluyeron en dos volúmenes que contribuyeron a hacer conocer la Bioética en Estados Unidos: Thepatient as person y Fabricatedman. -
Potter publica el volumen donde sostenía que el rol principal de la bioética debía consistir en ser un puente construido hacia el futuro conectando y acercando la cultura científica y humanista -
institucionalizó el término Bioética, introduciendo la disciplina al campo académico, en la didáctica, la investigación, e insertándolo en el campo de las ciencias biomédicas, de la política y de los medios masivos de comunicación -
El clínico Luigi Condorelli, eminente figura que ha dado brillo a la escuela clínica italiana a nivel internacional, sostenía que: ha ido decayendo la preparación ética de los jóvenes que estudian medicina: . -
En España fue fundado el primer Centro de Bioética en Europa, específicamente en Barcelona, el Instituto Borja de Bioética, dirigido por F. Abel, que había sido colaborador de Hellegers.