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Durante la niñez mi diversión era de calidad, un celular o una consola de juegos no eran prioridad en mis ratos de juego, el fútbol y el baile eran mis actividades favoritas.
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Mi mente estaba libre de cualquier tipo de comportamientos negativos, todo era felicidad entera.
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El tiempo que estuve en la secundaria sin duda alguna ha sido el mejor lapso temporal por razones sentimentales, por las amistades que forjé, todas las nuevas aventuras, viajes, el carácter que adopté, los triunfos académicos que tuve y algunas travesuras de las que no me arrepiento.
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Era sentimientos encontrados, me despedí con nostalgia de todos porque sabía que a muchos no los volvería a ver y también estaba feliz porque había dejado muy buenos amigos y un legado en esa secundaria.
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Estando en la preparatoria mi conducta cambió demasiado, mis calificaciones bajaron, mi responsabilidad con la escuela dejó de ser prioridad para tomar vicios como los juegos y la cerveza.
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Mi mentalidad cambió mucho ese día, sabía que el momento de tomar las cosas con seriedad me iba a guiar al triunfo como aquel día al que con mucho esfuerzo llegué.
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Por el momento me encuentro estudiando Derecho, no me arrepiento de mi elección, sé que mi esfuerzo me llevará a grandes metas aunque aún hay aspectos por mejorar.
