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Al tener mayor grado de madurez empecé a portarme mejor con mis padres y con mis empleos adquirí experiencia laboral y un cierto grado de responsabilidad.
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En la etapa de niño fui muy feliz, tuve oportunidad de jugar, convivir con muchas niñas y niños, mis padres me trataron muy bien todo el tiempo.
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En mii adolescencia fui muy rebelde con mis papás, no les obedecía en algunas situaciones, pero si respetaba las reglas de la casa.