Breve historia de la estética y de lo bello como problema artístico y filosófico

  • 2500 BCE

    Bases del arte y lo bello

    Bases del arte y lo bello
    Entre la prehistoria y el paleolítico superior, se da un avance progresivo en la creación de un arte primigenio, empezando por la creación de herramientas con múltiples fines: religiosos, pragmáticos y búsqueda de la perfección, para lograr obtener placer o satisfacción. No obstante, en este periodo no existía una conciencia de la estética referida directamente a la creación y desinterés del arte como en épocas posteriores.
  • 2000 BCE

    Arte rupestre

    Arte rupestre
    Paulatinamente, el hombre comenzó a perfeccionar esas herramientas que iba construyendo desde la prehistoria. Paso a paso fue anexando valores agregados a esos utensilios con muchos más fines que ser objetos prácticos. Es así que empieza a pintar en piedras, a hacer esculturas y estatuillas con figuras animales. Todas estas actividades están en relación estrecha con lo religioso, lo mitológico y lo realista, para dar fuerza y expresión a la mimesis.
  • 1200 BCE

    Griegos

    Griegos
    Es un periodo complejo y amplio de propuestas sobre la investigación y reflexión de lo bello. En un primer momento, surgen una relación intima entre el mito, dioses y el arte, fundándose en los poetas, dramaturgos y músicos Además de la construcción de dos figuras representativas Apolo, dios de la poesía y la música, y de Dionisio, dios del vino. Con el florecimiento de la filosofía se empieza a dudar del fenómeno del arte y se vuelve un problema filosófico entre el bien y la virtud.
  • 476

    Edad media

    Edad media
    Las discusiones sobre la naturaleza, el mundo, objetos y el "yo" en su diálogo con el placer y lo bello que dejaron los griegos entraron en conflicto con un nuevo paradigma: el cristianismo. En efecto, este aniquila el placer del arte por un placer intelectual y fundamentalmente religioso en un afán por lo ultra-terrenal y no por lo terrenal. Es así que, para la estética medieval prime más un concepto que la forma.
  • 1400

    Renacimiento

    Renacimiento
    En el renacimiento se hace un énfasis en un arte técnico, laico y cercano a los avances de la ciencia. En consecuencia, el gusto por el mundo sensible se vuelve la regla, por ello, hay una mezcla entre las sensaciones y el pensamiento. Lo anterior, conduce necesariamente a un cambio de foco, si en la edad media primo Dios, en el renacimiento, por el contrario, prima el hombre. De ahí que en el renacimiento la estética sea realista-humanista y no mística.
  • Siglo XVII, el clasicismo

    Siglo XVII, el clasicismo
    Periodo regido por la racionalidad. Por ende, el foco pasa de un arte sensible a un arte racional, la premisa del clasicismo se basa: "Nada es bello aparte de lo verdadero, y solo lo verdadero es digno de ser amado." En consecuencia, para el clasicismo lo estético tiene que ser verdadero y demostrable no falso, ni imaginario, ni sensible. Por ello, problemas de ideas y de pensamiento se unen con concepciones matemáticas y de orden universal y pragmático en el arte y su valoración.
  • El siglo XVIII, una época caótica

    El siglo XVIII, una época caótica
    El principal problema de este siglo va a ser su clara oposición al racionalismo, en otras palabras, el sentimiento contra la razón, lo irracional contra lo irracional.También es durante este siglo que nace propiamente la estética como rama y disciplina, que se dedica a reflexionar sobre el complejo proceso de valoración de lo bello. Por ello, este periodo tiene muchas propuestas estéticas, debido a un cambio de paradigma que se opone al pasado y a la tradición, enfocado en el "Yo".
  • El siglo XX

    El siglo XX
    Este siglo es volátil y está al borde de una crisis auto destructiva. La primera y segunda guerra mundial, segunda y tercera revolución industrial, conflictos económicos, sociales, la globalización afectan el fenómeno de lo bello. No obstante, se puede distinguir a grandes rasgos dos vertientes: la primera, la del desinterés (mezcla del interés y desinterés) con la inutilidad del arte. La segunda, una estética subordinada a un fin político, social y con un fin pragmático.