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Primaria
Recuerdo que algunas reglas de disciplinas eran violencias físicas como "jalones de pelo" y "reglazos en las palmas de las manos". Los límites eran establecidos por los maestros y maestras, sin consultarnos, ni preguntarnos sobre nuestras emociones. Recuerdo a la maestra Carmelita, porque era muy elitista y marcaba preferencias a alumnos y alumnas que tenían calificaciones altas. Me considero que en está etapa, fui una alumna aplicada, por tener notas altas más no destacadas. -
Secundaria
Recuerdo que algunas reglas de disciplina eran de tipo psicológicas, a través del infundimiento de miedos. Los límites se establecías a través de prejuicios religiosos y sociales. Recuerdo a la madre directora Reynalda, porque constantemente me hostigaba en mi manera de vestir, al insistir en que la falda debía ir abajo de la rodilla, las calcetines hasta la rodilla y la camisa con los botones hasta el cuello. Me consideraba una alumna, regular al tener calificaciones intermedias. -
Preparatoria
Recuerdo que algunas reglas de disciplina eran la NO realización de exámenes finales. Los límites se establecían a través del cumplimiento de cierto número de terapias psicológicas, a cambio de la realización de exámenes parciales o finales. Recuerdo a una maestra de contabilidad porque sus extensos y muy difíciles exámenes, con más de 10 casos prácticos. Me consideró que fui una alumna aplicada, porque obtuve de promedio alto - medio, al mostrar más empeño y dedicación. -
Universidad
Recuerdo que algunas reglas de disciplina eran el desalojo de la aula de clase. Se establecían a través de avisos verbales como guardar silencio en clase, no interrumpir al catedrático mientras explicaba o dictaba. Recuerdo al catedrático Emanuel, al participar cotidianamente en la exposición de temas, lectura ante el grupo y replica de temas impartidos. Me considero una alumna aplicada, debido a que mostré más interés y dedicación en mi formación profesional.