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PREESCOLAR
Ingresé al preescolar a la edad de tres años, no recuerdo mucho de esa etapa, pero recuerdo una maestras pacientes. -
PRIMARIA
Ingrese a un Colegio católico, las maestras eran monjas y el método de enseñanza y disciplina era basado en castigos, autoritarismo e imposición, muy estricto, estudié hasta tercero de Primaria y pedí a mis padres que me cambiaran de escuela, puesto que en base a todo el protocolo de disciplina me sentía por debajo del nivel académico, y el autoritarismo de impedía desenvolverme, puesto que me consideraba muy estudiosa y no tenia logros académicos notables. -
PRIMARIA
Ingresé a una escuela primaria pública, donde el método de enseñanza era más relajado, o bastante, pero eso a mi me ayudó a buscar que mi desempeño individual dependiera de mí, y no de los maestros o exigencias de la misma escuela, quizás también me ayudó el hecho de venir de una escuela estricta, así que comencé a sobresalir en mis calificaciones y demás, me empezó a gustar mucho estudiar, y me gradué con notas excelentes. -
SECUNDARIA
En mi primer año de la secundaria todo marcho mas o menos bien, tuve de todo tipo de maestros, uno para cada asignatura.
Durante los dos años que restaban de la secundaria, hubo mucho cambio de maestros, les daban más preferencia a los más estrictos, y a los que yo recuerdo que eran dinámicos no duraban nada en la escuela, con quienes en mi caso sentía que aprendía más. El conocimiento se medía por las calificaciones, yo sólo seguía las reglas. -
PREPARATORIA
Mi etapa de prepa, fue la mejor para mí, tenía maestros y maestras muy comprensivos, sensibles y con una estructura de disciplina flexible, mi objetivo era sacar buenas calificaciones para poder ingresar a la Universidad, y todo marcho muy bien, yo seguía siendo muy disciplinada y estudiosa, sentía además que si estaba aprendiendo. -
UNIVERSIDAD
Mi etapa de universitaria fue todo un reto, primeramente yo provenía de una comunidad indígena, por lo que el nivel de conocimiento académico comparado con los de la cuidad, era bastante inferior. Los maestros llevaban su forma de enseñanza muy cuadrada, no había espacio para comprender estas diferencias, por lo que al primer año quise desistir. Jamás tuve maestros empáticos, me tuve que acoplar a sus formas, solo seguía ordenes y mantenía mis calificaciones estables.