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Es por todos bien conocidos que una dosis diaria de amistad es una gran medicina. ¿Qué te parece llamar o escribir un mensaje de texto a tus amigos o familia para compartir con ellos tus alegrías, sueños, esperanzas y hasta tus miedos? ¡Inténtalo!
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La actividad física regular relaja la tensión física y mental del cuerpo. Los adultos físicamente activos tienen menos riesgos de sufrir depresión y perdida de la memoria. La actividad física puede ser una buena fuente de alegría también. Intenta asistir al parque a caminar o a una alberca a nadar, tal vez unas clases de música con tu pareja o tu amigo (a) de toda la vida.
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Olvídate de los viejos dichos como: “ya estoy viejo”. Siempre tienes la oportunidad de aprender nuevas cosas. Establécete metas a corto plazo y trabaja para hacerlas realidad.
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La risa nos hace sentir felices. Que no te de miedo soltar una carcajada de vez en cuando después de escuchar un chiste, ver una película cómica o incluso cuando estás solo leyendo cosas graciosas, ¡ríe!
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Mucho alcohol, los cigarros o la cafeína puede incrementar el estrés. Si fumas, ¡déjalo ahora!
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Recuerda que la vida no es una carrera, planea tus actividades y date el tiempo para realizar las cosas más importantes.
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De seis a ocho horas son las recomendadas para dormir cada noche. Si no puedes dormir puede ser ocasionado por estrés, ansiedad o depresión. Recuerda que la actividad física puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.
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Haz una lista de tus actividades y enfócate en tus tareas más importantes. Toma las tareas grandes de una en una. ¿Qué te parece iniciar organizando tu escritorio de trabajo el día de hoy? Puedes continuar con tu clóset en tu hogar y tal vez tu cocina.
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Ser voluntario o regresarle el favor a un amigo puede ayudar. Ayuda a los demás.
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el mundo no se va a acabar si no limpiaste tu cocina o no doblaste tu ropa. Despreocúpate, siempre hay tiempo para realizar estas actividades, tal vez solamente hoy no era el tiempo adecuado.