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“El Principito fue el primer libro que realmente me hizo pensar sobre la amistad y la imaginación. Mi madre me lo leía antes de dormir, y cada historia me transportaba a mundos lejanos. Vivir en la casa de mis abuelos marcó mi niñez; era un lugar lleno de naturaleza y libertad, donde aprendí el valor de la familia y la sencillez.” -
Durante mi adolescencia, leer El coronel no tiene quien le escriba me marcó profundamente. A través de las palabras de García Márquez, comprendí la esperanza, la paciencia y la dignidad en medio de la adversidad. Mi profesora de Español fue fundamental en esta etapa: gracias a su pasión por la literatura, descubrí que leer podía ser una forma de entender la vida. El colegio fue el escenario donde empecé a expresar mis ideas y a valorar el poder de las palabras. -
Graduarme como Normalista Superior fue un paso fundamental en mi camino como educador. En la Escuela Normal Superior del Mayo, tuve maestros que me inspiraron con su ejemplo y dedicación a la enseñanza. El libro Pedagogía del oprimido de Paulo Freire me ayudó a comprender la educación como una herramienta de transformación social, despertando en mí la vocación de enseñar con sentido humano y compromiso comunitario. -
Trabajar con la Secretaría de Educación del Cauca, en la vereda Nuevo Horizonte de Argelia, fue una experiencia que marcó mi crecimiento personal y profesional. Mi jefe Arley me enseñó con su ejemplo el valor de la responsabilidad y del trabajo en equipo. En esos años, el libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva me ayudó a desarrollar hábitos que fortalecieron mi liderazgo y mi compromiso con la comunidad. -
Durante mi formación universitaria en la Universidad Iberoamericana de Bogotá, viví una etapa de descubrimiento personal y académico. Un amigo cercano me compartió El arte de amar de Erich Fromm, un libro que me enseñó a reflexionar sobre las relaciones humanas y la importancia de amar con conciencia y compromiso. La universidad fue un espacio de crecimiento, donde desarrollé pensamiento crítico y aprendí el valor del trabajo en equipo. -
Mi trabajo con la Secretaría de Educación del Cauca ha sido una valiosa oportunidad de crecimiento. En la vereda Nuevo Horizonte aprendí el valor del servicio, y hoy, en la Institución Educativa Técnica Miguel Zapata de El Plateado, Argelia, sigo enseñando con dedicación. Con el apoyo de mi jefe Daniel y la inspiración del libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, he fortalecido mi liderazgo y compromiso con la educación.”