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La desintegración de mi familia me permitió saber que aunque no estábamos como quería, tenía que seguir adelante.
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Empiezan los sueños pues hay un motivo, un deseo de realizar, de cambiar las cosas a favor. Pero lo que se nos había enseñado era que para lograr algo había que estudiar mucho. Y sólo iniciaba mi etapa secundaria con escasos recursos económicos y sin ver opciones.
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Estuve la oportunidad de enseñar a unos niños vecinos los inicios en escritura y lectura y los primeros números. De hecho su madre estaba muy contenta y agradecida por el rendimiento y cuando iniciaron en la escuela se reconoció su adelanto, y fueron trascendidos a un grado superior.
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Logro ingresar al SENA, se despertaron mis metas y nuevamente me veo soñando porque era un logro entre muchos que no pudieron entrar. Se comienza a fortalecer mi seguridad, por el haber sido capaz.
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En este trascurso, las cosas, las empiezo a ver diferente que Dios es un Dios de Sueños y que solo necesitas eso, soñar y esforzarte, porque “todo lo podemos en Cristo que nos fortalece”. Comienzo el servicio con los niños; se fortalece, mi fe, mi confianza, mi seguridad y puedo saber que con la ayuda de Dios todo es posible. Solamente es necesario esforzarte y ser aguerrido, luchar por tus sueños que no importa cuánto tienes que esperar, no debes perder la mirada de la meta.
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Mi capacitación en Técnica en Primera Infancia me permite visualizar posibilidades de emprendimiento. Y me permite enfocarme a los propósitos, a mi proyecto, y pongo la mirada en la carrera profesional.
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Emprendimiento, Responsabilidad, Perseverancia.
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Creatividad, Proyección, Asunción de riesgos.
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Desarrollar cualidades, implementar buenas ideas, estrategia, dirigir el proyecto enfocado a las necesidades de la comunidad miembros y posibles miembros.
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Bueno estoy visualizando muchas cosas, pero respecto a mi Carrera profesional, mi meta en los próximos diez años si es la voluntad de Dios, será haber iniciado mi propia Escuela.