-
La historia de la Orientación se remonta a inicios del siglo XX, en el contexto de Estado Unidos y Europa, en medio de grandes cambios sociales y económicos provocados por la industrialización, los avances tecnológicos y el desarrollo de la I Guerra Mundial con todas las implicaciones que ésta conllevó.
-
En 1902 se crea el Museo Pedagógico Nacional el primer Laboratorio de Psicología Experimental, bajo la dirección de Luis Simarro, donde se realizan trabajos psicopedagógicos (Lázaro et al, 1982)
-
En 1918, el Secretariado de Aprendizaje se vio en la necesidad de ampliar sus actividades y se transformó en un Instituto de Orientación Profesional dependiente de la Mancomunidad de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona.
-
En 1924 se crea el Instituto de Orientación y Selección Profesional (Germain, 1954; Mallart, 1974), como una sección dentro del Ministerio de Trabajo. (Todo esto centrado unicamente es orientación vocacional)
-
de 1950 y hasta 1970 se da un periodo de expansión e intentos de profesionalización. Es éste un periodo donde se logra una madurez teórica, metodológica y epistemológica importante, lo cual lleva a que la Orientación se constituya como disciplina científica.
-
se empiezan a dar las primeras experiencias de Orientación en Costa Rica, las que se consolidan en 1957 con la Ley Fundamental de Educación, donde se indica que el Sistema Educativo ofrecerá un servicio de Orientación Educativa y Vocacional
-
1956-1963. A raíz de la Reforma a la Segunda Enseñanza; lo que permitió preparar a los profesionales en orientación de forma adecuada
-
En el campo de la formación profesional es en 1964 cuando la Universidad de Costa Rica, como respuesta a las necesidades del Ministerio de Educación, inicia con la preparación de profesionales en Orientación
-
Se empieza a impartir la carrera de orientacion en la UNA
-
se da un paso trascendental con la promulgación de la Ley 8863; “Ley orgánica del Colegio de Profesionales en Orientación”. Entre sus fines se encuentran promover el desarrollo de la disciplina, velar por el prestigio de la profesión y el fortalecimiento de la identidad profesional.