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Nací el 17 de Noviembre de 1999 a las 11:55PM. Llegue a la vida junto a mi hermana (melliza) y fui el primero de los dos en conocer el mundo. El embarazo de mi madre tuvo complicaciones debido a que mi hermana venía sentada en el útero y yo con el cordón umbilical enrollado alrededor de mi cuello, situación por la cual le tuvieron que practicar cesárea a mi mamá. Fui un niño gordito y, como dice mi mamá, blanco como la leche.
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A los tres años, me consiguieron un chupón rojo, el cual era mi adoración.Lo usaba en todas partes y en todo momento, como si no me cansara de él. Con el tiempo, el chupón se empezó a deshacer y mi inocente madre pensó que tirarlo y darme otro mas nuevo iba a resolver el problema. Lamentablemente lo empeoró. No hubo día que no llorara por él. Ninguno de los chupones que me conseguían servía para mí. Desde varios sabores hasta varios tamaños, todos los deseché uno por uno. Ya después maduré.
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Una de las cosas que más recuerdo de mi infancia, es la visita a mis tíos en Houston. Fue una de las cosas más significantes para mi, porque era la primera vez que conocía ese lugar. Tenía 6 años cuando nos llevaron a conocer museos y parques. Sin duda, las dos cosas que mas me gustaron visitar fueron un parque acuático y el parque espacial de la NASA. Una experiencia que jamás olvidaré.
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La secundaria para mi fui muy difícil. Ha sido la época más oscura de mi corta vida. Cuando le pregunté a mi hermano mayor que si que se acordaba de mi a los 12 años, él me contestó: "siempre andabas triste", y si lo pongo en perspectiva, es cierto. Ser un niño inseguro y sufriendo de acoso no es fácil, ni mucho menos a la edad de 12. La razón por la que lo pongo, es que, aunque no significó un momento especial para mí, me convirtió en la persona que soy ahora y no lo cambiaría aunque pudiera.
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El haber nacido con una melliza tiene sus ventajas. Una de ellas es que se me pudo celebrar mi fiesta de XV años. Es, por mucho, la noche más importante. Aun recuerdo cada detalle de ella. Amigos, tíos y familia nos festejaron a mi hermana y a mi. Hubo mucha fiesta y mucha diversión. Un momento inolvidable.
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Hoy me considero una persona sana y estable. Tengo metas, sueños, ambiciones y propósitos que tengo y puedo cumplir. El hacer esta línea del tiempo, me hizo darme cuenta de cuanto he cambiado, para bien y para mal, pero jamás va a ver algo que cambiaría en este corto trayecto de mi vida. Espero en un futuro tomar buenas decisiones y si no, aprender ellas. Nunca actuaré ser alguien que no sea Pablo y jamás dejaré de soñar despierto.
