Me Llamo Suleimán

  • Día 1

    Día 1
    Idrisa, Musa y Suleimán se subieron en el autobús que les llevaba a Bamako desde Bandiágara. Allí pasaron 2 meses en casa de Mamadú y con trabajo gracias a él.
  • Period: to

    El viaje de Suleimán, Idrisa y Musa.

  • Día 2

    Día 2
    El autobús los recogía en un café de Banconi, un barrio en Bamako. Mamadú los llevó hasta el lugar de encuentro y se despidió de ellos. Se subieron y comenzó el viaje, iban recogiendo a más compañeros durante el camino. Estaban asustados y pasaron miedo, sudaban mucho por toda la acumulación de personas, se pusieron de acuerdo para no perder su puesto en el camión ya que estaba pegado a la pared y podrían apoyarse. Consiguieron dormir lo que pudieron hasta que difinitivamente se hizo el silencio
  • Día 3

    Día 3
    Cuándo se despertaron, consiguieron ver algo de luz por los agujeros de la lona y cuándo el camión paró todos estaban llenos de satisfacción por salir a ver la luz y estirar las piernas, y sobre todo respirar aire puro, ya estaban en el desierto, en ese momento eran 45 hombres y 12 mujeres y comían lo justo para reservar. Esa noche se subió más gente y varios hombres se pelearon pero los conductores lo solucionaron rápido pegando un disparo al aire. Esa noche fue diferente a la primera.
  • Día 4

    Día 4
    Esa siguiente mañana cuándo los conductores levantaron la lona al amanecer pudieron descansar mejor ya que pararon en un oasis con palmeras y casas y les daba sombra. Hablaron con Babá y les contó su historia, luego aparecieron soldados argelinos y hablaron bastante con los conductores y tuvieron que pagar para seguir el camino, descansaron en la aldea y compraron comida con el dinero sobrante, durante esas horas hubieron más peleas pero solucionadas rápidamente, finalmente siguieron el camino.
  • Día 5

    Día 5
    Llegaron al desierto de Marruecos, allí lo esperaban con otro camión, se iban a dividir, el grupo con el que se habían subido ellos y otro, unos pasarían a Melilla y otros a Ceuta, Idrisa, Musa y Suleimán fueron a Melilla. El resto del día descansaron en la aldea ya que el viaje hacia Melilla no sería hasta la mañana siguiente. Se asearon y comieron algo, luego conocieron a sus compañeros de pensión y se contaron sus historias sin salir de la pensión por si los veía la policía.
  • Día 6

    Día 6
    Suleimán durmió muy bien y los primeros rayos del sol lo despertaron y se levantó con muchas fuerzas acordándose de su madre, se unió Usmán a ellos, un chico de Burkina Faso. Se subieron otra vez al camión y siguieron su camino. En ese día el camión dejó de caminar por tierra y comenzó a circular por carretera. En ese momento todos saltaron de alegría porque lo peor había pasado. Pasaron el día y se durmieron.
  • Día 7

    Día 7
    Se despertaron sobresaltados porque el camión volvía a brincar sobre las piedras. Cuando se detuvieron media hora más tarde estaban en un bosque para ocultarse de los policías. Tenían dos horas para comer y continuar el camino, el sol dejó de ser un problema. Usmán les contó su historia y luego llegó un gran coche y pensaron que era la policía pero eran los nuevos conductores. Se subío otro grupo y Idrisa habló con Alí, uno de los nuevos y se hicieron muy amigos, esa sería la última noche.
  • Día 8

    Día 8
    Lo conductores no mentían, llegaron al final del viaje. Los conductores explicaron cómo llegar hasta Melilla pero ellos no estaban de acuerdo con que los dejasen allí tirados y cuándo fueron a reclamar ya habían desaparecido. Tras un largo camino llegaron a la frontera con Melilla y se separaron. Los cuatro estuvieron discutiendo de cómo saltar hacia la valla. Lo hicieron a media noche junto a más gente, pero los policías los vieron, una bala alcanzó a Idrisa y Suleimán y Musa quedaron presos.
  • Día 9

    Día 9
    Pasaron la noche en el calabozo, Musa dolido por la muerte de su hermano Idrisa y Suleimán intentando consolarlo desde su celda, a la mañana, los policías les dijeron que los devolverían a su país. Ellos muy decepcionados y tristes por el fracaso se subieron a otro camión, con comida, bebida y asientos esta vez, al rato llegaron al Sahara. Allí se detuvieron, les quitaron las esposas menos a dos que no consiguieron abrirlas y los policías marcharon dejándolos allí tirados, en mitad del desierto.