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El desconcierto de los discípulos.
Al morir Jesús, los discípulos se sentían desconcertados y vacíos por su ausencia, sobre todo desconcertados por no saber qué hacer sin él. -
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La ascensión.
Jesús, después de resucitar, al cabo de unos 40 días, una cuarentena (como ahora, jeje), él ascendió al cielo para reunirse con su padre Dios, para no volver hasta ahora, solamente en forma de milagros junto a Dios. -
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La fuerza del espíritu.
Cuando los apóstoles se reunieron después de la muerte de Jesús, Dios se manifestó ante ellos como el espíritu santo o como unas especies de lenguas de fuego saliendo de una paloma blanca, justo encima de sus cabezas. -
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Nace la iglesia.
En pentecostés, con el espíritu santo, los apóstoles pudieron percibir la voluntada y presencia de Dios y Jesús, por eso empezaron a predicar su fe, así nació la iglesia cristiana, nuestra gran familia. -
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Una nueva y buena noticia.
Pedro dijo a los demás que lo que han visto es verdad y que eso significa que nosotros somos la comunidad de Jesús y Dios, y que hay que agrandarla a todo el mundo, universalmente, que el mesías es real. -
La obra salvadora de Jesús continúa.
Después de todo lo hecho por Jesús, morir y resucitar por nosotros y muchos más milagros anteriormente echos por él, perduran en nuestros corazones hasta hoy, y el espíritu santo aun nos da fuerza a todos los creyentes.
