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quienes practicaban este deporte utilizaban botas de trabajo. La ejecución era bastante rústica y primitiva, pues aún no existían reglas claras de juego. Así que los atletas se desplazaban con este calzado pesado, duro y muy difícil de manejar. Estas producían heridas a sí mismos y a sus compañeros cuando llegaban a golpearlos durante el juego.
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En el mismo siglo, pero hacia el año 1880, llegan los botines con tacos. Se incorporaron a las suelas de los zapatos protuberancias que permitían correr en césped, evitaban los resbalones en el lodo y también quedarse adherido a él. Seguían siendo de cuero grueso, pero habían reducido su peso a ½ kg, aunque este aumentaba si el calzado se llegaba a mojar.
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Para el año 1900 nacen las marcas Gola y Valsport. Pero a pesar del auge del deporte, los esfuerzos fueron centrados en las dos grandes guerras. No fueron muchos los avances y para 1930, se utilizaban modelos tipo Chelsea Boots con agujetas. Más adelante entran en el mercado Adidas y Puma. Quienes eran rivales directos y principales competidores en el mundo del balompié, hasta que Nike hace presencia y comienzan la carrera por posicionarse.
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Las botas clásicas eran de cuero negro, hasta el año 1960 cuando se crearon algunas de otros colores. Aunque la gama no era muy variada se salía de lo común. Unos años después cuando la tecnología hizo posible adaptar materiales a los gustos de los jugadores
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Grandes marcas avanzaron con la experimentación de nuevas formas de suelas y tacos. Logrando con esto zapatos más flexibles y ligeros para mayor velocidad. Además, se empieza a aplicar la tecnología láser para personalizar por primera vez los botines. Al inicio del milenio salen al mercado los modelos más representativos del 2000. Hoy en día siguen modernizándose y siendo referencia.