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¡bienvenido al mundo, Jordi!
jordi nació en septiembre, en la Mutua de Terrassa. Cuando nació tenía el peso ideal y las medidas también. Solo había un problema: tenía unas orejas enormes. Aunque durante su infancia vivió bastante acomplejado por ello, a poco a poco fue descubriendo y conociendo a gente maravillosa que lo quiere sin importarle el tamaño de orejas que tubiera ni nada de eso. -
¿hermanos?
cuando Jordi apenas tenía los 4 años de edad, nació su hermano Oriol. Dado las circumstancias familiares eran muchas las tardes que, en salir de la escuela, pasaban juntos. fue entonces cuando, Jordi empezó a tener más responsabilidades como persona, y también empezó a descubrir una faceta suya que apenas se había planteado; su amor por los niños. Él y su hermano, siempre han estado muy unidos des de el principio, pues han pasado muchísimo tiempo juntos. -
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El grupo de WhatsApp
Cuando estaba en Bachillerato Jordi se le ocurrió la magnífica idea de pedir los deberes por un grupo de WhatsApp en vez de pedirlo por privado, él iba escribiendo y escribiendo hasta que pulsó a enviar pero no se dio cuenta y lo envió al grupo equivocado al chat de la familia. Al darse cuenta lo eliminó pero solo de su chat, al llegar a casa… le metieron la bronca del copón, le quitaron los videojuegos y lo castigaron sin salir durante dos semanas; un auténtico desastre para él. -
el niño bueno
Jordi era un niño aplicado, muy ordenado y atento, aunque a veces, no le apetecía trabajar. siempre llevaba los trabajos a tiempo, y aunque le gustaba mucho charlar con sus compañeros, intentaba seguir el hilo de la clases siempre que podía. Durante su infancia solía ver bastante a sus tíos y primos, con los que pasaba muchos fines de semana y fiestas. Poco a poco, las cosas fueron cambiando, pues la adolescencia llegaba, bien cargada de hormonas. -
El famoso Roberto Pichacorta
Cuando llegó a 3º de ESO, llegaron muchos nuevos integrantes a su escuela, como Roberto Pichacorta que enseguida se hizo su mejor amigo, el cual lo volvió un poco rebelde... durante esos dos años hizo cosas como convencer a todos los alumnos de que los lunes no se iba a la escuela, también besó a alguna chica sin demasiada importancia, pegó el culo de algun profesor a la silla e incluso robó la ropa de aquellos que se encontraban en la ducha... un auténtico espectáculo juvenil... -
El intercambio
Un verano, Jordi se fue de intercambio a Chicago para mejorar su inglés ya que siempre suspendía y sus padres estaban hartos, al llegar al aeropuerto, se estaba meando, no aguantaba más y no sabía cómo se llamaba donde esta el baño, además tenia vergüenza, no aguantaba más y ya estaban de camino a casa, así que se meó.
Esa semana fue la peor semana de su vida, no entendía nada de lo que les decían los ingleses e iba por todo Chicago diciendo yes y poco más. -
!Ay la Josefata!!
Ya tenía 17 años cuando empezó a trabajar de paleta. Su nueva y grande musculación era un iman para las nenas. Entre todas las pretendientes, había una que resaltaba, Josefata. Era blanca como la nieve, dulce como la miel, y gorda como un chorizo. Pero no hagáis malas interpretaciones, ella también tenía muchos pretendientes y lo escogió a él. Una bonita historia de amor entre jovenes. -
Aventuras y más aventuras...
Jordi al largo de su infancia y adolescencia ha vivido muchas aventuras. Una de ellas empezó en la clase de mates. Esa misma tarde le tocaba mates, cuando acabó la clase Jordi se quedó apuntando los infinitos apuntes que el Sr.Luzu había escrito en la pizarra. Luzu se fue de la clase y sin pensar que Jordi estaba en ella, cerró la puerta con llave. Cuando Jordi se dio cuenta de lo sucedido encontró la forma de escapar, la idea era salir por la ventana. Se llevó un susto pero al fin lo consiguió. -
Desde pequeñito...
A Jordi desde pequeñito le a gustado jugar al típico juego de “frikis”. Su opinión empezó cambiar cuando llego la adolescencia. Todo empezó cuando el en el patio del colegio estaba jugando con su consola y unos niños se acercaron y le dijeron: ¡que “friki” que eres! Jordi se sintió mal y eso le hizo cambiar de opinión, pero en un futuro volvió a pensar como siempre lo había hecho y, Jordi sigio con su juego preferido, sin darle importancia la opinión de los otros. -
Estados Unidos, ¡allá vamos!
Con 20 años, Jordi se fue con unos amigos que había conocido en una carrera de orientación ( en la que por supuesto había quedado último) a Estados Unidos, donde cogieron unas furgonetas para recorrerse la costa Oeste del lugar. Allí conoció a una chica llamada Ivy, con la cuál mantuvo contacto, y, más adelante, estuvieron juntos cuando ella estuvo de intercambio en Barcelona. La cosa terminó cuando Ivy volvió a su país y Jordi decidió irse a Amsterdam. -
¿Que más se puede pedir?
Jordi tenía un pequeño grupo de amigos con los que se llevaba muy bien. Cuando cumplía ya 27 años, Joan, Marc y él cogieron una furgoneta y se fueron a recorrer todas las playas de Portugal. Salieron de Barcelona hasta Viana do Castelo, desde allí se recorrieron toda la costa hasta Faro, pasando por Vila do conde, Fiueira da Foz, Nazaré, etc... Fue un viaje fantástico, amigos, una furgoneta, verano, playas... ¿Que más se puede pedir? La experiencia siempre será recordada por Jordi. -
Londres, un nuevo lugar
Jordi se fue de viaje a Londres con dos amigos suyos. En Londres, el visitó algunos de los monumentos más emblemáticos como el Big Ben, la London eye y también el mejor museo de cera, el Madame Tussaude, el cual lo disfrutó haciéndose fotos graciosas con sus amigos.
El viaje de vuelta no fue mejor ya que después de las semanas que estuvo en Londres irse no fue fácil ya que lo añoró un poco después de haberse ido. Volvió unos años después para recordar ése lugar un par de días. -
El coctelero de turno
Ser coctelero era agotador y entretenido. El estrés que estaba acumulando entre classes y trabajos solo lo podia quitar el humo. Una noche, Lara, su mejor amiga, le ocupo su puesto para que él pudiera divertirse. Entonces Jor se mezcló con gente de otro nivel. Y hasta aquí se acuerda. Al despertar-se , se encontró con besos de carmín y morados en la cara. -
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y, ¿actualmente, qué?
Seamos sinceros; ser profesor de una clase de adolescentes es agotador. Menudos dolores de cabezas... Aunque hay que decir que hace un buen horario y en el fondo, le gusta meterse en la montaña rusa que están hechas nuestras cabezas. También le gusta organizar comités para todo, hacer publicidad de los desorientados y cerrar la clase hasta que quede super ultra mega limpia. Y aunque a veces no sepa si matarnos o qué... siempre le quedará la piscina de las mañanas.